¿Atún o Arveja? Una reciente denuncia de una influencer ha puesto en tela de juicio los ingredientes utilizados por la marca de atún Van Camps. Según la ingeniera de alimentos, la compañía estaría mezclando la proteína de atún con caldo de verduras como arvejas y zanahorias, con el objetivo de retener más agua en la carne del pescado.
La joven explicó que este truco tecnológico se basa en la capacidad de retención de agua (CRA), una propiedad muy utilizada en la industria cárnica y pesquera. Esto permitiría aumentar el peso del producto sin necesariamente agregar más pescado, sino más bien fibras vegetales a precio de atún.
Expertos analizan la práctica de Van Camps
El caso ha generado un intenso debate en redes sociales, y es válido preguntarse si esta práctica es dañina desde el punto de vista de la salud. Caterina Tiscornia, nutricionista y tesorera del Colegio Chileno de Nutricionistas, indica que la mezcla de estos productos no es algo inusual.
«Si esta información está claramente declarada en el etiquetado, se trata de una opción que no sólo entrega proteínas de origen animal, sino que también incorpora fibra, vitaminas y minerales provenientes de vegetales o leguminosas. Esta combinación puede ser una alternativa práctica y más completa desde el punto de vista nutricional».
Por otro lado, académicos de la Universidad de Chile analizaron y compararon tarros de atún Van Camps y del mercado, encontrando que el contenido del producto se altera al adicionar este ingrediente. Según explican, parte de las proteínas del extracto de arveja quedarán en el pescado, mientras que parte de las proteínas del pescado pasarán al caldo con el agua.
¿Fraude o práctica tecnológica?
Para el profesor de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica de Chile, Franco Pedreschi, el problema radica en el objetivo con el que se hace esta alteración. Si bien podría ser para que el pescado absorba más agua, también podría ser para vender menos proteína de la que estaría declarada y hacer que el consumidor esté ingiriendo más fibra.
Desde la Universidad de Chile, afirman que la adición del ingrediente probablemente sea con fines tecnológicos y para variar el sabor y la textura del producto, sin influir en la calidad y valor proteico. Sin embargo, el académico UC considera que esto debe explicitarse claramente como un producto diferente, para evitar entrar en el «terreno de la duda» y posibles interpretaciones de fraude.
La nutricionista Marcela Rivera, por su parte, indica que el ingrediente no sería dañino para la salud, pero el problema radica en la poca claridad a la hora de publicitar el producto, que tiene escrito «sin conservantes, sin aditivos» en su envase, sin dejar en claro la función del extracto de arvejas y zanahorias.
En resumen, la práctica de Van Camps parece ser una estrategia tecnológica para aumentar el peso y retener más agua en sus productos de atún, lo cual podría ser una alternativa práctica y más completa desde el punto de vista nutricional, siempre y cuando se declare de manera transparente en el etiquetado. Sin embargo, la falta de claridad en la publicidad del producto genera dudas y cuestionamientos sobre si se trata de una práctica engañosa o no.