En el mundo del deporte, a menudo se producen momentos que trascienden lo meramente deportivo y se convierten en hitos históricos. Tal fue el caso de aquel día en 2005 cuando los fanáticos polacos creyeron que el Papa Juan Pablo II había fallecido, interrumpiendo abruptamente un partido de fútbol.
La devoción de Karol Wojtyla por el deporte, y en particular por el fútbol, era bien conocida. De hecho, el pontífice había jugado en las inferiores del MKS Cracovia, el equipo que apoyó durante toda su vida. Pero fue en abril de 2005, cuando la salud del Papa alarmaba a la Iglesia Católica, que se produjo un incidente que quedaría grabado en la memoria de todos los presentes.
Cuando el Rumor se Convirtió en Realidad
El 1 de abril de 2005, en un ambiente enrarecido, se enfrentaban el Lech Poznan y el Pogon Szczecin por la liga de Polonia. Fue entonces cuando el locutor del estadio del Pogon escuchó a través de una señal radial que Juan Pablo II había muerto y no dudó en masificar la información.
«Lo de la muerte del Papa me llegó a través de un delegado, que supuestamente tenía la información de Radio Vaticano»
La noticia se extendió rápidamente por las tribunas, y pocos minutos después, un hincha saltó a la cancha y se dirigió al árbitro, gritando: «¡Paren el partido! ¡El Papa ha muerto!».
Una Reacción Conmovedora
Los jugadores y el árbitro no sabían cómo proceder. Se reunieron en el centro de la cancha e improvisaron un círculo, mientras en las gradas el público entonaba el himno nacional con lágrimas en los ojos y otros encendían bengalas.
«En esos tiempos era imposible chequear la información con un teléfono móvil o algo así. Después de hablar con los capitanes del Lech y del Pogoń, el delegado comunicó que el partido sería interrumpido».
Finalmente, un delegado de la Asociación Polaca de Fútbol decidió suspender el partido, que iba 38 minutos con el Pogon ganando 1-0. La imagen de 15.000 aficionados lamentándose y los dos planteles rezando en el centro del campo se convirtió en una escena inolvidable.
Una Premonición o una Fake News
Aunque lo anunciado por el locutor resultó ser una información errónea, algunos incluso dirán que fue una premonición. Karol Wojtyla falleció apenas unas horas después de que el partido fuera suspendido por su supuesto fallecimiento.
Esta situación excepcional, donde el deporte y la fe se entrelazaron de manera tan profunda, es poco probable que vuelva a repetirse. Sin embargo, el recuerdo de aquella jornada en la que los fanáticos polacos creyeron haber perdido a su amado Papa, permanecerá como un momento único en la historia del fútbol.