La Comisión para la Paz y el Entendimiento, creada con el respaldo transversal de todos los partidos políticos, se enfrenta a la recta final de su mandato con la tarea de entregar al presidente Gabriel Boric un documento que contenga los acuerdos alcanzados durante su trabajo desde junio del 2023. Sin embargo, la posible filtración de un borrador de estos acuerdos ha generado cuestionamientos y debates en torno a las propuestas que se estarían considerando.
Cuestionamientos y Reacciones ante la Filtración
Según la secretaria general del Partido Republicano, Ruth Hurtado, el documento filtrado contendría «ideas octubristas» relacionadas con una política de devolución de tierras, en lugar de un enfoque en la reparación a las víctimas de los hechos de violencia. Por su parte, el diputado y presidente nacional de Amarillos por Chile, Andrés Jouannet, lamentó la posible filtración, calificándola de «demagogia».
En contraste, el coordinador del Movimiento Mapuche por la Paz, Hugo Alcaman, llamó a la tranquilidad, señalando que comentar un documento no oficial puede generar tensión en los ánimos. Alcaman resaltó que las tratativas finales y complejas que se están analizando al interior de la comisión requieren de un abordaje cuidadoso y responsable.
Cambios en la Composición de la Comisión
Cabe destacar que durante este mes, la Comisión para la Paz y el Entendimiento ha sufrido la baja de su secretario ejecutivo, Víctor Ramos, quien asumió como subsecretario del Interior, y de uno de sus co-presidentes, Alfredo Moreno, designado por el presidente Boric como director en Codelco. Estos cambios en la composición de la comisión podrían tener implicaciones en el desarrollo y la finalización de su trabajo.
Expectativas y Desafíos Pendientes
Con el plazo del 30 de abril para entregar el documento final al presidente Boric, la Comisión para la Paz y el Entendimiento se enfrenta a la compleja tarea de elaborar propuestas y sugerencias que logren abordar de manera integral el conflicto territorial entre el pueblo Mapuche y el Estado Chileno en la macrozona sur. Esto implica encontrar soluciones a largo plazo que satisfagan las demandas de ambas partes, sin generar nuevas tensiones o polarizaciones.
En este contexto, la transparencia y la inclusión de todas las voces involucradas serán fundamentales para que la Comisión pueda cumplir con su mandato y presentar un informe que contribuya a la construcción de una paz duradera en la región.