La Plaza de San Pedro en el Vaticano fue testigo de una multitudinaria ceremonia de despedida al Papa Francisco, quien falleció a los 82 años tras sufrir un accidente cerebrovascular. Unas 250,000 personas se dieron cita para honrar el legado de los 12 años de pontificado del primer papa latinoamericano de la historia.
Entre los asistentes se encontraban líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quienes incluso mantuvieron una reunión en el Vaticano durante las exequias. También estuvieron presentes los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Ecuador, República Dominicana y Honduras, en representación de Latinoamérica, así como los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Un Legado Transformador
La solemne y emotiva ceremonia sirvió para recordar el legado del Papa Francisco, quien se destacó por su humildad, cercanía y compromiso con los más desfavorecidos. Durante su pontificado, el papa argentino impulsó una agenda social y ambiental que lo convirtió en una figura respetada y admirada a nivel global.
Francisco fue un líder espiritual que supo conectar con las necesidades de la gente común y abrir nuevos caminos para la Iglesia Católica, señaló el cardenal Kevin Joseph Farrel, quien presidió el rito de entierro del pontífice.
Un Funeral Sencillo y Solemne
Tras la ceremonia en la Plaza de San Pedro, el cortejo fúnebre recorrió 6 kilómetros por el centro de Roma, pasando por lugares emblemáticos como los Foros Imperiales, el Coliseo y la Plaza Venecia. Finalmente, el Papa Francisco fue enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una tumba sencilla de mármol blanco con su nombre papal y una reproducción de su cruz pectoral en plata, siguiendo sus propios deseos.
A partir de este domingo, los fieles podrán visitar la tumba del papa para expresar sus respetos y honrar la memoria de este líder espiritual transformador.
