Nicolás Jarry, el tenista chileno actualmente ubicado en el puesto 57 del mundo, ha atravesado un período complicado en su carrera. Luego de ganar en la primera ronda del Masters 1000 de Madrid contra Daniel Altmaier, Jarry se sinceró sobre los retos emocionales que ha enfrentado en el último año.
«Han sido tiempos difíciles. Llevo un año pasándola muy mal, sin disfrutar del tenis.»
Reconoció Jarry, quien venía de una racha de seis derrotas consecutivas, cinco de ellas en sus primeros partidos.
Encontrando Fortaleza en la Fe y la Familia
Para hacer frente a estos momentos de adversidad, Jarry ha recurrido a la meditación y a la escritura como herramientas para procesar sus emociones. Además, el tenista ha buscado reencontrarse con su fe católica, la cual considera una base importante y verdadera en su vida.
«Estoy tratando de juntar todo eso con mis experiencias de casi treinta años de vida. Será una suerte estar en medio del torneo de Roma durante la elección del nuevo papa. Soy muy religioso, pero siento que me ha faltado aplicar ese aspecto en mi vida.»
Jarry también resalta el invaluable apoyo que ha recibido de su familia, especialmente de sus dos hijos, Juanito de 3 años y Santi de año y medio. Juanito, quien disfruta del tenis, es una fuente de inspiración para el tenista.
Enfrentando el Desafío de Grigor Dimitrov
Ahora, con renovada determinación, Jarry se prepara para enfrentar a Grigor Dimitrov en la segunda ronda del Masters 1000 de Madrid. Reconoce que Dimitrov está pasando por un buen momento, pero confía en poder ganar este partido.
«Tengo muchas ganas del partido. He jugado varias veces con él, está pasando por un muy buen momento. En Montecarlo no pude jugar mi juego y estoy bastante mejor que en ese partido. Iré a buscar el partido, sé que es un partido donde yo le puedo ganar.»
Con su renovada determinación, fe y apoyo familiar, Nicolás Jarry espera superar este desafío y continuar su camino de crecimiento y disfrute del tenis.
