Durante décadas, el rating televisivo en Chile fue considerado una cifra incuestionable, un número que definía el éxito o fracaso de un programa. Sin embargo, el 1 de abril de 2025, esta dinámica sufrió un cambio radical con la nueva metodología de Kantar Ibope Media, que ahora incluye el consumo de televisión en apps, tablets, smartphones y plataformas de streaming.
Uno de los casos más sintomáticos de este «nuevo Chile televisivo» ha sido la sorprendente resurrección de Nuevo Amores de Mercado de Mega. Hasta marzo, la telenovela era considerada un gran fracaso, superada por otros programas en los viejos medidores tradicionales. Pero el 1 de abril, con la nueva métrica, Nuevo Amores de Mercado no solo subió en los rankings, sino que se transformó en el programa más visto del día, liderando los rankings de lunes a viernes.
Esta «resurrección milagrosa» pone en evidencia que la forma de consumir televisión ha cambiado drásticamente. El público ya no está amarrado al sillón a las 20:00 horas, sino que ve sus programas en diferido, en apps, sitios web y dispositivos móviles. Nuevo Amores de Mercado no estaba muerto, simplemente era consumido de otra manera.
La Incapacidad de la Televisión Abierta para Comprender a su Audiencia Real
El cambio metodológico de Kantar Ibope Media no solo corrigió una «injusticia métrica», sino que también destapó la incapacidad de la televisión abierta para comprender a su audiencia real. Mega, en este escenario, supo jugar con inteligencia, apostando fuertemente a la extensión de su contenido a plataformas digitales, ofreciendo capítulos íntegros online, permitiendo la reproducción bajo demanda y fomentando el «catch up TV».
El caso de Nuevo Amores de Mercado plantea entonces una segunda reflexión incómoda para la industria: ¿cuántos «fracasos» televisivos fueron en realidad éxitos invisibles bajo la mirada antigua? Otras producciones también han mostrado alzas significativas bajo el nuevo sistema, con diferencias de hasta un 30% en los rankings tradicionales.
El Desafío de Programar para una Audiencia Fragmentada
La televisión chilena, aferrada durante demasiado tiempo a su metodología clásica, perdió el contacto con sus audiencias más jóvenes y las nuevas formas de consumo cultural. Ahora, con la llegada tardía de esta nueva metodología, la televisión abierta enfrenta una verdad incómoda: para sobrevivir, no basta con medir mejor, sino que deben programar pensando en esa nueva realidad.
Nuevo Amores de Mercado ganó una segunda vida gracias a la métrica, pero también deberá probar que puede mantener su vigencia en ese ecosistema fragmentado. Mega, por su parte, tendrá que sostener su éxito adaptando aún más su estrategia de distribución y promoción.
En definitiva, el rating chileno ha cambiado para siempre. Ser líder hoy significa mucho más que ser el más visto a las 20:00 en un televisor de living. Significa entender que el poder está en el bolsillo, en la tablet, en el computador, y que el público elige qué ver, cuándo verlo y en qué dispositivo hacerlo.
Nuevo Amores de Mercado no solo resucitó, sino que nos dio una lección brutal sobre el futuro de la televisión chilena, marcando el verdadero inicio de una nueva era.
