En un giro inesperado en la investigación del robo millonario a una sucursal de Brinks en Rancagua, la Policía de Investigaciones (PDI) ha detenido a dos de sus propios efectivos, acusados de estar vinculados con los autores de este asalto que se llevó más de 11.000 millones de pesos.
La detención se produjo luego de que la propia PDI presentara una denuncia ante la Fiscalía de O’Higgins, dando inicio a una investigación paralela a la principal. Durante los registros realizados en los domicilios de los agentes, se encontró munición en exceso, lo que derivó en su arresto por infracción a la Ley de Armas.
Vínculos con uno de los imputados
Según la información recabada, los dos funcionarios de la policía civil no están acusados de participar directamente en el robo, sino de tener una posible relación con uno de los imputados. Sin embargo, las autoridades no han revelado detalles sobre la naturaleza de estos vínculos y cómo podrían haber facilitado el asalto.
Cabe destacar que la ley permite a los agentes policiales portar munición solo en sus cargadores, no en sus domicilios, lo que ha generado aún más sospechas sobre el papel que podrían haber desempeñado estos dos efectivos en el millonario robo.
Sumario administrativo y posible destitución
La PDI ha abierto un sumario administrativo en contra de los funcionarios acusados, y si bien por el momento no han sido dados de baja, las autoridades no descartan tomar medidas más drásticas en función de los avances de la investigación.
Este caso se suma a la detención de otros cinco carabineros que también fueron acusados de estar involucrados en el robo a Brinks, aunque en ese caso no habrían tenido un rol directo en el asalto, sino más bien en facilitar información y coordinar la huida de los delincuentes.
La investigación sigue su curso y no descartamos que puedan surgir más implicados dentro de las fuerzas de seguridad. Estamos comprometidos en esclarecer todos los hechos y depurar cualquier tipo de corrupción o complicidad
, declaró el jefe de la PDI en la región.
