Juan Carlos Cruz, un periodista chileno que denunció los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, ha tenido una relación única y desafiante con el Papa Francisco. Lejos de ser simplemente «el amigo gay del papa», como lo presentaron erróneamente en un programa de televisión español, Cruz ha sido un colaborador clave en los esfuerzos del pontífice por reformar la Iglesia Católica y hacer que sea un lugar más inclusivo y acogedor para todos.
Tras reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano en 2018, Cruz se convirtió en miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, una posición que le permitió trabajar de cerca con el líder de la Iglesia para abordar los abusos y la corrupción que han plagado a la institución durante décadas. «Sentí que mi misión personal era ayudar a la gente buena que hay en la iglesia a que mejore y que sea un lugar donde todos se sientan bienvenidos y no excluidos», explicó Cruz en una entrevista.
Desafiando los Prejuicios y Promoviendo el Cambio
La reacción de Cruz ante la presentación errónea en la televisión española demuestra su determinación por desafiar los prejuicios y estereotipos que a menudo rodean a la Iglesia Católica. «Primero, que feo ese titular del ‘amigo gay del Papa'», respondió de manera contundente, dejando en claro que su relación con el Papa Francisco va mucho más allá de una etiqueta simplista.
En realidad, Cruz ha sido un colaborador clave en los esfuerzos del Papa Francisco por reformar la Iglesia y hacerla más abierta y acogedora para todos, independientemente de su orientación sexual o antecedentes. «He conocido en el Papa Francisco a la gente buena de la iglesia y he conocido a muchísimos malos», afirmó Cruz, destacando su papel en ayudar a identificar y abordar la corrupción y los abusos dentro de la institución.
Construyendo Puentes y Promoviendo la Inclusión
Más allá de su trabajo formal con la Comisión Pontificia, Cruz también ha desarrollado una amistad personal con el Papa Francisco, visitándolo regularmente en Roma. «Me vine a vivir a Madrid para estar también más cerca de él. Y, bueno, yo iba cada dos semanas más o menos a verlo, a Roma», reveló Cruz, demostrando su compromiso con la reforma de la Iglesia y su apoyo al liderazgo del Papa Francisco.
La historia de Juan Carlos Cruz es un ejemplo inspirador de cómo las personas pueden desafiar los prejuicios, construir puentes y trabajar desde adentro para promover el cambio y la inclusión en instituciones tradicionalmente cerradas y conservadoras. Su relación con el Papa Francisco ha sido fundamental para impulsar las reformas necesarias en la Iglesia Católica y hacer que sea un lugar más acogedor y seguro para todos.