Cristián de la Fuente, el conocido actor, recientemente abrió su corazón en una entrevista al podcast «El Arte de Reinventarse», donde no solo admitió haber sido infiel a su esposa Angélica Castro, sino que también reveló los orígenes de su comportamiento en una infancia marcada por la bigamia de su padre.
Recordemos que en septiembre de 2022, se filtró un video del intérprete besándose con otra mujer en México, lo que terminó con su matrimonio con la animadora. Ahora, Cristián de la Fuente explica que su crianza en una familia con un padre bígamo normalizó este tipo de conductas para él.
Una infancia marcada por la bigamia
«Yo viví en una familia en donde mi papá estaba disociado, para mí la disociación era algo normal. No había culpa. Mi papá era bígamo»
, relató el actor.
Según su testimonio, su padre mantenía dos relaciones paralelas, pasando los fines de semana con su madre y los domingos con su «tía». Incluso, Cristián recuerda ir a comer con ambas mujeres en días alternos y de vacaciones con su padre, la «tía» y sus hermanos.
Esta dinámica familiar, donde la infidelidad y la disociación eran vistas como algo «normal», marcó profundamente la percepción de Cristián de la Fuente sobre las relaciones y los compromisos.
La disociación y las consecuencias de los actos
Al reflexionar sobre su propia infidelidad a Angélica Castro, Cristián de la Fuente reconoce que «de repente uno comete una estupidez» y que «el daño es horrible, es horrendo».
Sin embargo, el actor también explica que la «disociación del cerebro es complicada», ya que cuando uno logra «integrarse» y entender que «nuestros actos tienen consecuencia, que pueden causar dolor», es cuando surge la culpa y la determinación de no volver a cometer los mismos errores.
«Ahí está la culpa de tratar de no hacerlo, y por eso uno lo deja de hacer, porque hay repercusiones»
, concluyó Cristián de la Fuente.
Esta revelación de Cristián de la Fuente sobre su infancia y la forma en que esta marcó su vida adulta, nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras experiencias formativas pueden influir en nuestras decisiones y relaciones futuras. Es un llamado a la introspección y a la búsqueda de la integración emocional para evitar repetir patrones dañinos.
