Un incidente que pudo haber terminado en tragedia se resolvió de manera exitosa en el Aeropuerto Internacional de Orlando, Florida. Un avión de Delta Air Lines se incendió mientras se preparaba para despegar, obligando a la evacuación de los 282 pasajeros a bordo.
La aeronave, un Airbus A330, mantenía a 10 auxiliares de vuelo y 2 pilotos cuando el fuego se desató en uno de los motores. Según los reportes, el incidente ocurrió alrededor del mediodía, cuando el vuelo con destino a Atlanta aún se encontraba en la pista.
Las tripulaciones de vuelo de Delta siguieron los procedimientos para evacuar la cabina de pasajeros cuando se observaron llamas en el tubo de escape de uno de los dos motores del avión, afirmó la aerolínea en un comunicado.
Rápida Evacuación y Ningún Herido
Los pasajeros y la tripulación fueron evacuados de manera ágil y ordenada mediante los toboganes de emergencia de la aeronave. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas durante el incidente.
La compañía aérea agradeció la cooperación de los pasajeros y se disculpó por la experiencia, asegurando que «nada es más importante que la seguridad» y que trabajarán para que los clientes lleguen a su destino lo antes posible.
Investigación en Curso
Equipos especializados y de mantenimiento de Delta se encuentran examinando el avión siniestrado para determinar la causa del incendio. La rápida y efectiva evacuación evitó que el incidente se convirtiera en una tragedia, demostrando la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación.
Este tipo de incidentes, si bien afortunadamente poco frecuentes, resaltan la necesidad de mantener altos estándares de seguridad y preparación en la industria aeronáutica. La respuesta de la tripulación y el aeropuerto en este caso es un ejemplo a seguir para garantizar la protección de los pasajeros en situaciones de emergencia.
