Carolina Tohá, exministra del Interior y dirigente del Partido por la Democracia (PPD), ha respondido contundentemente a las críticas de Paulina Vodanovic, precandidata presidencial del Partido Socialista (PS), sobre los costos de participar en el gobierno. Tohá afirma que «si es tan malo, se va, punto», cuestionando la actitud de Vodanovic de «alegar y lamentarse por participar en un Gobierno».
Tohá defiende que estar en el gobierno es una decisión «adulta» y «responsable», donde se asumen tanto los beneficios como los costos, pues «hay un bien superior» que justifica dicha participación. En sus propias palabras: «Uno no se queda con los beneficios de estar en el Gobierno y después anda llorando por los costos, al menos yo no lo hago».
Esta postura refleja una visión del liderazgo político que prioriza el compromiso con el bien común por sobre los intereses personales o partidistas. Tohá sostiene que asumir plenamente las responsabilidades del cargo, incluyendo los desafíos y sacrificios, es una muestra de madurez y convicción. Esto contrasta con la actitud de Vodanovic, quien parece quejarse de los «costos» de estar en el gobierno.
El Precio del Liderazgo
La discusión entre Tohá y Vodanovic pone de manifiesto una tensión fundamental en la política: el equilibrio entre los ideales y la realidad práctica del ejercicio del poder. Tohá defiende que, si uno decide apoyar un gobierno, debe estar dispuesto a asumir los costos que conlleva, sin caer en lamentos o cálculos de conveniencia.
Esta postura implica reconocer que el liderazgo político a menudo conlleva sacrificios personales y profesionales. Los líderes deben estar preparados para enfrentar críticas, desgaste y, en ocasiones, incluso ataques. Sin embargo, Tohá considera que esto es parte del precio a pagar por la oportunidad de hacer un aporte significativo al país.
Integridad y Convicción
La respuesta de Tohá refleja una cualidad esencial en el liderazgo político: la integridad. Ser capaz de asumir plenamente las consecuencias de las decisiones tomadas, sin escudarse en lamentos o excusas, es una muestra de fortaleza y convicción. Esto no significa que los líderes deban ser infalibles o inmunes a las críticas, sino que deben tener la valentía de enfrentarlas con honestidad y transparencia.
En un contexto político cada vez más polarizado y lleno de descalificaciones, la postura de Tohá puede ser un ejemplo a seguir. Líderes que anteponen el bien común a los intereses partidistas, y que asumen con responsabilidad los desafíos del poder, pueden inspirar confianza y respeto en la ciudadanía. Esto, a su vez, puede contribuir a una política más madura, constructiva y enfocada en solucionar los problemas reales de la sociedad.
En definitiva, la discusión entre Tohá y Vodanovic nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado del liderazgo político. Más allá de los beneficios y los costos, se trata de asumir con convicción y valentía las responsabilidades que conlleva servir al país. Es un llamado a la integridad y a la priorización del bien común por sobre los intereses personales o partidistas.