Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño, fue deportado por error de Estados Unidos a El Salvador y encarcelado en la megacárcel del presidente Nayib Bukele. Ahora, su esposa, Jennifer Vásquez, se ha convertido en una heroína que se niega a rendirse en su lucha por recuperar a su pareja.
En una conmovedora declaración frente al tribunal de Maryland, Vásquez expresó su determinación: «No dejaré de luchar hasta ver a mi esposo con vida. Kilmar, si me oyes, mantente fuerte. Dios no se ha olvidado de ti. Nuestros hijos preguntan cuándo volverás a casa».
El caso de Ábrego García ha generado una enorme polémica, ya que el hombre de 29 años no tiene antecedentes penales en Estados Unidos y, sin embargo, fue expulsado del país a pesar de contar con una orden judicial que prohibía su deportación. Las autoridades migratorias admitieron que se trató de un «error administrativo«.
La Lucha por la Justicia y la Reunificación Familiar
Vásquez, rodeada de familiares, amigos y activistas, denunció que a su familia no se le puede «robar un día más» sin Ábrego García. «Este Gobierno (de Donald Trump) ya les ha quitado muchísimo a mis hijos«, expresó emocionada.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó la semana pasada el regreso de Ábrego García al país, pero la Administración de Trump, que insiste en catalogarlo como un «criminal», sostiene que su regreso está fuera de sus manos porque se encuentra bajo custodia de otro país.
La Posición Inflexible de Bukele
Durante una reunión con Trump en la Casa Blanca, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, descartó liberar a Ábrego García, ya que lo considera un «terrorista». Esta posición inflexible del mandatario ha complicado aún más la situación y ha puesto a prueba la determinación de Vásquez.
«No dejaré de luchar hasta ver a mi esposo con vida. Kilmar, si me oyes, mantente fuerte. Dios no se ha olvidado de ti. Nuestros hijos preguntan cuándo volverás a casa»
– Jennifer Vásquez, esposa de Kilmar Ábrego García.
A pesar de los obstáculos, Vásquez se mantiene firme en su lucha por la justicia y la reunificación familiar. Su historia se ha convertido en un símbolo de la lucha de los migrantes y sus familias por encontrar un futuro mejor, incluso en medio de las complejidades del sistema migratorio.