Daniel Acuña, un abogado de 32 años egresado de la Universidad de Talca, ha dedicado gran parte de su carrera a defender los derechos de niños, niñas y adolescentes. Su experiencia en más de 700 casos de vulneración, que van desde tocaciones hasta abusos y violaciones sexuales, lo ha llevado a escribir y dirigir la obra de teatro Un Cuento Chileno.
Acuña, quien también se ha destacado como dramaturgo y gestor cultural en la Región del Maule, ha publicado obras como Para Mañana, Alma es + y Marea Baja. En su nueva propuesta escénica, mezcla la mitología, la leyenda y el mundo rural maulino para abordar una realidad social oculta que afecta a las familias de estas zonas.
Mitos y Leyendas como Velo de los Abusos
El título de la obra, Un Cuento Chileno, es una alusión genérica que permite múltiples lecturas. Por un lado, es un reconocimiento al territorio nacional y, por otro, una forma de relacionar el cuento con el mito y la leyenda, elementos que Acuña utiliza como punto de partida.
Entre las criaturas mitológicas que aparecen en la obra se encuentra el Chonchón, un pájaro-brujo asociado a la cosmovisión rural maulina y considerado de mal augurio. Además, se mencionan otras bestias como el imbunche, niños transformados en monstruos por los brujos, y el basilisco, una serpiente con cresta de gallo.
«Son mitos y leyendas que han servido para ocultar abusos sexuales y vulneraciones de los derechos de la niñez. En esta obra hago un mestizaje con estas grandes leyendas y sitúo a las familias rodeadas por estos monstruos, en alusión a hombres que quisieron contar estos cuentos para ocultar sus vicios.»
La Realidad Rural Maulina y la Defensa de los Derechos
Acuña, quien es oriundo de San Javier en la Región del Maule, ha trabajado como abogado en la Corporación de Asistencia Judicial, representando a más de 700 casos de niños, niñas y adolescentes víctimas de abusos sexuales en zonas rurales de escasos recursos.
«Mi contacto principal con los abusos sexuales y las vulneraciones de los derechos de la niñez en zonas rurales provienen de mi trabajo como abogado. He mantenido representación jurídica en más de 700 casos. Y aunque en la obra no hago alusión a ninguno de éstos -todos son casos reservados- puedo decir que el relato escénico se relaciona con un bien jurídico protegido: la indemnidad sexual.»
Según Acuña, estas familias rurales sufren de marginalidad y falta de acceso a las instituciones, lo que las hace más vulnerables y facilita la impunidad de los delitos cometidos.
Una Obra Incómoda y Catártica
La escritura de Un Cuento Chileno es, para Acuña, una forma de canalizar su rabia y su compromiso con los derechos humanos y de la niñez. Su intención es generar incomodidad en el espectador, jugando con la mezcla de lo costumbrista y lo contemporáneo.
«Escribo desde la rabia, desde los derechos humanos. Por lo mismo mi escritura lleva a hacer sentir incómodo al espectador. La obra es una fábula dentro de un cuento que al final tiende a develarse.»
Más allá de ser una catarsis personal, la obra también se presenta como un espacio de denuncia y revelación de una realidad que, según Acuña, debe ser abordada desde diferentes ángulos para alcanzar la justicia.
Con Un Cuento Chileno, Daniel Acuña busca desenmascarar los monstruos ocultos que acechan a las familias rurales, utilizando la mezcla de mitos y leyendas como un velo que termina por revelar la cruda verdad de los abusos y la vulneración de los derechos de la niñez en Chile.