La disputa entre Perú y Chile por el origen del pisco, un destilado de uva que se ha convertido en un símbolo cultural de ambos países, ha sido una batalla de siglos. Recientemente, un incidente ocurrido en un evento en Lima ha reavivado esta controversia, dejando en evidencia la intensidad de esta lucha por la identidad y el patrimonio.
En un evento organizado por ESOMAR Latinoamérica 2025, una diapositiva mostró la imagen de la botella de pisco chileno Capel junto al logo de PROMPERÚ, la agencia gubernamental encargada de promover al Perú a nivel mundial. Este hecho no pasó desapercibido y generó una ola de reacciones en redes sociales y medios peruanos, quienes denunciaron el «error involuntario» de la organización.
La Comisión de Promoción del Perú (PROMPERÚ) rápidamente salió al paso, señalando que la gráfica difundida no fue autorizada ni aprobada por su institución, lo que habría vulnerado el marco normativo vigente y causado un perjuicio a la imagen del país y de la propia entidad. Ante esto, PROMPERÚ anunció que iniciaría las acciones legales correspondientes para salvaguardar su imagen y evitar el uso no autorizado de sus signos distintivos.
Por su parte, la organización ESOMAR reconoció el error y se deslindó de toda responsabilidad, atribuyéndolo a un «error involuntario» que fue corregido de inmediato. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, reavivando la histórica disputa entre Perú y Chile por el pisco.
La Batalla por la Identidad del Pisco
La controversia en torno al pisco no es nueva. Ambos países han «luchado» históricamente por el reconocimiento exclusivo de este aguardiente de uva, con Perú a la cabeza en sus esfuerzos por consolidar su identidad como el origen del pisco.
Para Perú, la relevancia histórica del pisco es tal que recientemente inscribieron documentos históricos sobre su producción en el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, que datan de los siglos XVI y XVII. Estos registros, como la carta de pago de 1587 que menciona la producción de aguardiente en el Valle de Ica, son vistos como prueba irrefutable de que el pisco es un producto peruano con más de 400 años de historia.
Por su parte, Chile ha impulsado su propia campaña para posicionar el pisco como parte de su cultura, aunque con menos éxito que Perú en consolidar una narrativa histórica sólida sobre el origen del destilado. El año pasado, el ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, incluso afirmó que el pisco sería una «identidad compartida» por ambas naciones, lo que generó molestia en Perú.
La Búsqueda de Reconocimiento y Protección
Más allá de la disputa por el origen, tanto Perú como Chile han buscado consolidar el pisco como parte de su patrimonio cultural y promover su consumo y exportación a nivel mundial. Perú, por ejemplo, recientemente declaró los conocimientos y técnicas para hacer pisco como patrimonio cultural del país, mientras que Chile ha lanzado campañas como «First Spirit» para potenciar las exportaciones de su pisco.
Sin embargo, el incidente ocurrido en el evento de ESOMAR Latinoamérica 2025 demuestra que la batalla por la identidad del pisco sigue vigente. Ambos países continuarán defendiendo sus posiciones y buscando el reconocimiento exclusivo de este emblemático destilado, una lucha que parece no tener fin en el corto plazo.