Trump anunció el aumento inmediato de los aranceles contra China hasta un 125%, acusando al gigante asiático de «falta de respeto» hacia los mercados mundiales. Al mismo tiempo, decidió pausar por 90 días la aplicación de los gravámenes a aquellos países que no han tomado represalias comerciales contra Estados Unidos.
Según el mandatario republicano, más de 75 países han buscado negociar con Washington sin tomar acciones contra EE. UU. Por ello, aplicará una pausa arancelaria en favor de esas naciones, ya que «han convocado a representantes de Estados Unidos, incluyendo los Departamentos de Comercio, Tesoro y el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), para negociar una solución a los temas en discusión en materia de comercio, barreras comerciales, aranceles, manipulación cambiaria y aranceles no monetarios».
Estrategia de Presión y Negociación
La medida busca presionar a China mientras ofrece una tregua a otros países dispuestos a negociar. Trump se burló de las naciones que buscan llegar a un acuerdo, afirmando que lo «llaman para besarle el culo».
«Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. (…) Se mueren por llegar a un acuerdo. ‘Por favor, por favor, señor, haga un trato. Haré lo que sea. ¡Haré lo que sea, señor!'»
La guerra comercial se ha intensificado en los últimos días, con Trump anunciando un 10% de aranceles para prácticamente todos los países del mundo, además de gravámenes adicionales contra la Unión Europea, que ahora suman un total del 20%.
Buscando Renegociar las Tensiones Comerciales
La pausa de 90 días y la reducción del 10% en los aranceles recíprocos buscan dar un respiro a los países negociadores y encontrar una solución a las tensiones comerciales. Trump espera que China y otros países comprendan que «la época de estafar a EE. UU. y a otros países ya no es sostenible ni aceptable».
La estrategia combina presión y negociación, buscando renegociar los términos del comercio internacional en favor de los intereses estadounidenses.
