El ministro de Seguridad, Luis Cordero, abordó recientemente las propuestas que buscan reducir la edad de imputación o aumentar las penas para menores de edad, en respuesta a los últimos casos protagonizados por este grupo etario en el país. Según Cordero, las razones detrás de la delincuencia juvenil «están asociadas a los factores de riesgo», por lo que «esa discusión es legítima, pero mientras nosotros no nos hagamos cargo de los factores de riesgo, las trayectorias de esos jóvenes se van a mantener relativamente estandarizadas».
Interrumpir Carreras Criminales
Cordero explicó que «el objetivo central que tiene el Estado en esta materia es interrumpir eficazmente esas carreras criminales cuando ya comenzaron», pero que «el objetivo ideal es evitar que esas carreras delictuales comiencen». Para lograr esto, el ministro enfatizó que «las políticas de prevención eficaz son muy relevantes y el rol de los municipios en eso es muy significativo».
Sacar a los Jóvenes del Circuito Criminal
Según el análisis realizado por Cordero junto a la policía, «lo que nosotros tenemos que hacer es sacar del circuito criminal a esos jóvenes, y evitar que el espiral de violencia aumente en el caso de ellos en particular». Esto implica abordar los factores de riesgo que llevan a los menores a involucrarse en actividades delictivas, en lugar de centrarse únicamente en endurecer las penas.
Políticas de Prevención Eficaces
Cordero resaltó que las políticas de prevención eficaz son fundamentales para interrumpir las carreras criminales de los jóvenes y evitar que estas comiencen en primer lugar. Esto requiere un enfoque integral que involucre a los municipios y otras instituciones clave, con el objetivo de abordar los problemas subyacentes que llevan a los menores a delinquir.
El Rol Clave de los Municipios
Según el ministro, el rol de los municipios en la implementación de políticas de prevención eficaces es muy significativo. Estos entes locales están en una posición privilegiada para identificar y abordar los factores de riesgo específicos de sus comunidades, y desarrollar soluciones a medida que respondan a las necesidades de los jóvenes en riesgo.
En resumen, el enfoque de Cordero se centra en interrumpir eficazmente las carreras criminales de los jóvenes y, aún mejor, evitar que estas comiencen en primer lugar. Esto requiere un abordaje integral que priorice las políticas de prevención eficaces, con un rol clave para los municipios en la identificación y atención de los factores de riesgo que llevan a los menores a involucrarse en actividades delictivas.
