La elección por la presidencia de la Cámara de Diputados se perfila como un momento clave en el panorama político chileno. Con un complejo entramado de apoyos y negociaciones de último minuto, los dos principales candidatos, José Miguel Castro (RN) y Jorge Alessandri (UDI), se enfrentan en una reñida contienda.
Renovación Nacional (RN) se mantiene firme en su posición, asegurando que Castro cuenta con el respaldo de partidos como Demócratas, el Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y el Nacional Libertario, además del apoyo de figuras como Pamela Jiles, René Alinco y la exdiputada comunista Marisela Santibáñez. Si esta información se confirma, Castro tendría los 75 votos necesarios para ganar en segunda votación.
Por su parte, la Unión Demócrata Independiente (UDI) busca tensar el escenario hasta el final, argumentando que la mesa del Senado la tiene Manuel José Ossandón (RN), que apoyaron a Gustavo Alessandri en la Asociación Chilena de Municipalidades y que el último presidente de la Cámara de derecha fue un RN, Diego Paulsen. Además, Evópoli cuestiona a RN por el trato de Ossandón a Felipe Kast tras derrotarlo en la mesa del Senado.
En el Frente Amplio (FA), la incertidumbre reina. Si bien cuentan con el apoyo público y privado de la bancada del Partido Socialista, existen dudas sobre el voto de Rubén Oyarzo, René Alinco y Marisela Santibáñez, quienes podrían inclinar la balanza a favor de la oposición. Además, la diputada Marcela Riquelme, con militancia suspendida en el FA, no quiere votar por Camila Rojas, la candidata oficialista.
En este escenario, los votos clave serán los de Oyarzo, Alinco y Santibáñez, quienes podrían definir el resultado final. Incluso, el quiebre de la práctica de «fair play» en los pareos podría llevar al oficialismo a 76 votos, suficientes para evitar el descalabro que el Frente Amplio más teme: perder la mesa en este período legislativo.
La elección por la presidencia de la Cámara de Diputados se perfila como un momento de alta tensión política, donde las estrategias y negociaciones de los diferentes actores serán fundamentales para determinar el rumbo de la institución en los próximos años.