El príncipe Harry ha anunciado su renuncia al patrocinio de la organización benéfica Sentebale, que fundó en 2006 en memoria de su madre, la princesa Diana de Gales. Esta decisión se produce tras un conflicto interno entre el consejo de administración de la ONG y su presidenta, Sophie Chandauka.
En un comunicado conjunto con el príncipe Seeiso de Lesotho, quien también era copatrono de Sentebale, Harry expresó estar en shock y verdaderamente desconsolado por tener que renunciar a sus funciones en la organización. Según el comunicado, el consejo de administración solicitó la dimisión de Chandauka después de que ésta denunciara ante las autoridades presuntos abusos de poder, acoso, sexismo y racismo dentro de la ONG.
Ruptura irreparable entre patronos y presidenta
Chandauka, por su parte, acusó a Harry de victimismo al utilizar a la misma prensa que desdeña para perjudicar a las personas que tienen el valor de cuestionar su conducta. Según la presidenta, debajo de toda la narrativa victimista y la ficción que se ha difundido en la prensa está la historia de una mujer que se atrevió a denunciar problemas de mala gobernanza, gestión ejecutiva deficiente, abuso de poder, intimidación, acoso, misoginia, y el encubrimiento que le siguió.
Harry y Seeiso calificaron la situación como impensable y aseguraron que su renuncia no ha sido una elección voluntaria, sino algo a lo que se han visto obligados para cuidar de la organización benéfica. Esto evidencia una ruptura irreparable entre los patronos y la presidenta de Sentebale.
Sentebale: una ONG en honor a Lady Di
Sentebale, que significa no me olvides en la lengua local de Lesotho, fue fundada por el príncipe Harry en 2006 para ayudar a personas del sur de África que padecen VIH, especialmente en Lesotho y Botswana. La organización fue creada en memoria de la princesa Diana, quien dedicó gran parte de su vida a luchar contra el estigma del VIH/SIDA.
Este escándalo pone en jaque la relación entre el príncipe Harry y la ONG que él mismo fundó, lo que sin duda representa un duro golpe para el legado de la princesa Diana y su lucha por causas humanitarias.