La Reforma de Pensiones, recientemente publicada en el Diario Oficial, marca un hito en el sistema previsional chileno. Esta ley, que entra en vigor de manera gradual, busca fortalecer y modernizar el modelo de pensiones, brindando mayores beneficios a los jubilados y asegurando la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
Aumento Progresivo de las Cotizaciones
Uno de los principales cambios introducidos por la Reforma es el aumento gradual de las cotizaciones previsionales. A partir de agosto de 2025, se iniciará un incremento anual del 1% de la renta imponible, hasta alcanzar un total del 7% en un período de 9 años. Este proceso escalonado permitirá a los trabajadores y empleadores adaptarse de manera paulatina a la nueva carga contributiva, fortaleciendo así los recursos destinados a las pensiones.
Expansión del Seguro de Lagunas Previsionales
Otra medida clave de la Reforma es la extensión del Seguro de Lagunas Previsionales, que a partir de agosto de 2025 incluirá no solo a quienes utilizan el Seguro de Cesantía con cargo al Fondo de Cesantía Solidario, sino también a aquellos que lo hagan con cargo a las Cuentas Individuales de Cesantía. Esta ampliación del seguro busca proteger a un mayor número de trabajadores ante posibles interrupciones en sus cotizaciones, garantizando una mayor cobertura y continuidad en sus aportes previsionales.
Aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU)
Otro aspecto destacado de la Reforma es el incremento gradual de la Pensión Garantizada Universal (PGU). A partir de septiembre de 2025, la PGU pasará de $224 mil a $250 mil para los pensionados de 82 años o más. Posteriormente, en septiembre de 2026, el aumento beneficiará a los pensionados de 75 años o más, y finalmente, en septiembre de 2027, alcanzará a los de 65 años o más. Estas mejoras en la PGU buscan brindar una mayor protección y seguridad económica a los adultos mayores más vulnerables.
Creación del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP)
Una de las innovaciones más significativas de la Reforma es la creación del Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP). Este fondo, administrado por un consejo de expertos designados por el Presidente, tendrá la responsabilidad de invertir los excedentes del sistema previsional en el mercado de capitales, con el objetivo de generar mayores rendimientos y fortalecer la sostenibilidad del sistema a largo plazo. La conformación del FAPP y la definición de sus normas y reglamentos serán procesos clave en la implementación de esta reforma.
Desafíos y Plazos de Implementación
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y el subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes, han destacado que la implementación de esta Reforma de Pensiones requerirá un trabajo minucioso y una planificación a 36 meses. Esto implica una coordinación estrecha con las Administradoras de Fondos de Cesantía y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para garantizar una transición fluida y eficiente. Asimismo, se espera que en abril de 2025 se envíe al Senado la propuesta de consejeros para el FAPP, y se conozcan las primeras normas de la Superintendencia de Pensiones.
En resumen, la Reforma de Pensiones representa un cambio integral en el sistema previsional chileno, con medidas como el aumento gradual de las cotizaciones, la expansión del Seguro de Lagunas Previsionales, el incremento de la PGU y la creación del FAPP. Estos cambios, si bien implican un proceso de implementación complejo, tienen como objetivo fortalecer la seguridad económica de los jubilados y asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo.
