Las decisiones humanas, al igual que las de muchas otras especies, se ven influenciadas por una serie de sesgos que distorsionan nuestra percepción de la realidad. Estos sesgos son fallas en la forma en que procesamos la información de nuestro entorno, lo que nos lleva a tomar decisiones que se alejan de lo que una persona más racional y objetiva haría.
Un claro ejemplo de esto se puede observar en el comportamiento de los apostadores, quienes a menudo sucumben a sesgos específicos que son explotados por la industria del juego para mantenerlos interesados en apostar. Entender estos sesgos es clave para desarrollar estrategias efectivas de apoyo y tratamiento para quienes sufren de juego problemático.
La Falacia del Apostador y Otros Sesgos Cognitivos
Uno de los sesgos más conocidos en el mundo de las apuestas es la falacia del apostador o sesgo del jugador. Aquí, el apostador cree erróneamente que si un evento ha ocurrido repetidamente en el pasado, es menos probable que vuelva a ocurrir en el futuro, o viceversa. Por ejemplo, si una ruleta ha caído en rojo seis veces seguidas, el jugador puede pensar que en la próxima tirada es más probable que salga negro para «compensar» la racha anterior. Sin embargo, esto es irracional, ya que cada giro de la ruleta es independiente y la probabilidad de que salga rojo o negro sigue siendo la misma en cada tirada.
Otro sesgo interesante se basa en nuestra percepción de las pérdidas y las ganancias. En general, cuando tenemos una pérdida de cierto monto, la infelicidad que nos causa es mayor que la felicidad que nos causaría una ganancia del mismo monto. Esto lleva a que los casinos y empresas de juego presenten las opciones de manera estratégica, enmarcando las decisiones como pérdidas o ganancias, aun cuando objetivamente son lo mismo. De esta manera, las personas tienden a evitar las opciones presentadas como pérdidas y se inclinan por las mismas si se presentan como ganancias.
Explotando los Sesgos: Estrategias de la Industria del Juego
Los casinos y empresas de juego son expertos en explotar estos sesgos cognitivos para mantener a los jugadores interesados en apostar. Una de sus estrategias se conoce como «pérdidas disfrazadas de ganancias». Por ejemplo, en las máquinas tragamonedas, si un jugador apuesta 10 mil pesos y gana 3 mil, la máquina hará luces y sonidos como si realmente hubiera ganado, cuando en realidad ha perdido 7 mil pesos. Repetidamente, esto hace que los jugadores sobreestimen sus ganancias y permanezcan apostando por largos períodos.
Abordando el Juego Problemático de Manera Efectiva
Comprender la psicología del jugador y los sesgos que los afectan es fundamental para desarrollar estrategias de apoyo y tratamiento eficaces. En países como el Reino Unido, existen programas de autoexclusión donde los jugadores pueden registrarse para no ingresar a casinos, además de líneas de ayuda y servicios de asesoramiento especializado por expertos en salud mental.
Entender estos sesgos permite diseñar mejores intervenciones y políticas públicas, protegiendo a quienes son más vulnerables, sin afectar a quienes disfrutan del juego de manera responsable. Al abordar el problema de manera holística, podemos ayudar a los jugadores a tomar decisiones más informadas y reducir los efectos negativos del juego problemático en la sociedad.