En un esfuerzo por repatriar a sus ciudadanos, el gobierno de Venezuela ha recibido a 199 migrantes venezolanos que fueron deportados desde Estados Unidos. Estos connacionales, que habían llegado a Honduras desde suelo estadounidense, fueron trasladados en un vuelo de la aerolínea estatal Conviasa hasta el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, en el estado de La Guaira.
Diosdado Cabello, titular del Ministerio del Interior, encabezó la recepción de estos migrantes, quienes relataron haber sufrido maltratos, traumas psicológicos y violaciones a sus derechos durante su detención en Estados Unidos. Según Cabello, este es el cuarto vuelo que reciben con venezolanos deportados desde territorio estadounidense, un proceso que ha tenido «poca regularidad, no por culpa de Venezuela».
Esfuerzos por Repatriar a los Migrantes Venezolanos
El gobierno de Venezuela, a través del Plan Vuelta a la Patria, ha intensificado sus esfuerzos por repatriar a los ciudadanos venezolanos que se encuentran en el extranjero, a quienes Cabello describió como haber sido sacados «del infierno» por el simple hecho de tener nacionalidad venezolana.
Según datos oficiales, desde febrero de 2025 se han repatriado 1,118 venezolanos en cinco vuelos diferentes, provenientes de países como Estados Unidos, México y la base militar de Guantánamo. Sin embargo, el proceso ha enfrentado irregularidades y tensiones diplomáticas, como la deportación de 200 venezolanos a El Salvador, donde el gobierno de Nayib Bukele ha sido acusado de «secuestrar» a estos migrantes.
Narrativa de la «Violencia Venezolana»
Cabello cuestionó la «narrativa que han querido imponer de la violencia de los venezolanos» fuera de su país, exigiendo al gobierno de El Salvador que devuelva a los nacionales que, según él, se encuentran «secuestrados» en esa nación. Esto se enmarca en los esfuerzos del gobierno de Maduro por contrarrestar la imagen negativa que se ha construido alrededor de los migrantes venezolanos.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que los migrantes venezolanos deportados y encarcelados en El Salvador fueron sometidos a un proceso «muy riguroso» para verificar su supuesta vinculación con el grupo criminal Tren de Aragua. Sin embargo, la Casa Blanca no ha hecho públicas las identidades de los migrantes ni las pruebas sobre esta asociación.
Tensiones Diplomáticas y Desafíos Humanitarios
La repatriación de los migrantes venezolanos ha estado rodeada de tensiones diplomáticas entre Venezuela y países como Estados Unidos y El Salvador. Mientras el gobierno de Maduro insiste en «rescatar» a estos connacionales, la administración Trump y el presidente Bukele han justificado las deportaciones y encarcelamientos bajo el argumento de la seguridad nacional y la lucha contra el crimen organizado.
Más allá de las disputas políticas, este proceso plantea desafíos humanitarios significativos. Los migrantes repatriados han relatado haber sufrido abusos, traumas y violaciones a sus derechos durante su detención en el extranjero, lo que exige una respuesta integral por parte del gobierno venezolano para brindarles asistencia y reintegración.
En resumen, la repatriación de los migrantes venezolanos se ha convertido en un campo de batalla diplomático entre Venezuela y otros países, mientras que los propios migrantes enfrentan graves consecuencias humanitarias producto de su experiencia en el extranjero. El gobierno de Maduro busca rescatar a sus ciudadanos, pero el proceso se ve obstaculizado por tensiones internacionales y acusaciones de violencia y criminalidad.
