En una resolución que ha generado gran interés público, la Fiscalía Metropolitana Centro Norte ha decidido no perseverar en la investigación por el delito de falso testimonio en contra de los exarzobispos de Santiago, Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati. Esta decisión se enmarca en el contexto del caso Karadima, un escándalo de abusos sexuales que ha sacudido a la Iglesia Católica en Chile.
Según la información proporcionada, la Fiscalía argumenta que, desde 2021 hasta la fecha, no ha logrado reunir los antecedentes suficientes para fundamentar una acusación formal. Esta resolución se produjo a raíz de una querella presentada por el abogado Juan Pablo Hermosilla, hermano del jurista imputado Luis Hermosilla.
Las Acusaciones y el Contexto Legal
La querella presentada por Hermosilla alegaba que tanto Errázuriz como su sucesor, Ezzati, habían faltado a la verdad en el contexto de una demanda indemnizatoria presentada ante la Corte de Santiago en contra del Arzobispado. En 2019, la Corte falló a favor de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima –Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo– ordenando una millonaria indemnización.
Según Hermosilla, Errázuriz habría declarado haber cumplido con las normas canónicas después de las denuncias contra Karadima, cuando en realidad sus acciones procesales habrían permitido dilatar el caso. Incluso, se citó un correo electrónico enviado por Errázuriz al Nuncio Apostólico Giuseppe Pinto, en el que el cardenal habría instruido que el mensaje nunca fuera conocido ni dejado en el archivo eclesiástico.
La Decisión de la Fiscalía y sus Implicaciones
La resolución de la Fiscalía de no perseverar en la investigación ha sido recibida con reacciones encontradas. Por un lado, algunos sectores consideran que esta decisión podría ser un revés en los esfuerzos por lograr justicia y transparencia en el caso Karadima. Por otro lado, la Fiscalía argumenta que, tras una exhaustiva investigación, no ha logrado reunir los elementos necesarios para sustentar una acusación formal.
Esta decisión plantea interrogantes sobre la capacidad de la justicia para abordar casos de esta naturaleza, en los que se involucran altos cargos de la Iglesia Católica. Además, genera preocupación sobre la rendición de cuentas y la posible impunidad de aquellos que, según las acusaciones, habrían obstruido el curso de la justicia.
Conclusión: Lecciones y Desafíos Pendientes
El caso Karadima y las decisiones judiciales relacionadas han puesto de manifiesto la complejidad y los desafíos que enfrentan las instituciones y la sociedad chilena en su conjunto para lograr justicia, transparencia y rendición de cuentas en casos de abusos y encubrimiento por parte de la Iglesia Católica. Esta resolución de la Fiscalía, si bien puede ser interpretada como un revés, también plantea la necesidad de fortalecer los mecanismos legales y de investigación para abordar de manera efectiva este tipo de casos en el futuro.
A medida que se desarrollen nuevos acontecimientos en torno al caso Karadima y sus implicaciones, será fundamental mantener una mirada crítica y vigilante para garantizar que se alcance la justicia y se implementen las reformas necesarias para prevenir y sancionar adecuadamente este tipo de abusos y encubrimientos.
