Una investigación realizada por la Contraloría Regional del Bío Bío ha puesto en evidencia serias irregularidades en el desempeño de 10 médicos del Servicio de Cirugía Clínica del Hospital Regional de Concepción. Según el informe, estos profesionales se desempeñaron como docentes en la Universidad de Concepción (UdeC) durante los años 2022 y 2024, mientras debían cumplir con sus funciones asistenciales en el centro hospitalario.
El análisis de la Contraloría reveló que los médicos acumularon un total de 3.922 horas de docencia injustificadas, las cuales fueron realizadas principalmente en jornadas de lunes a viernes, entre las 8:00 y las 10:00 horas. Durante estos períodos, los profesionales no registraron atención de pacientes ni uso de pabellones en los sistemas informáticos del hospital, lo que evidencia su ausencia del centro asistencial.
Falta de Supervisión y Descuentos No Aplicados
Otro hallazgo importante del informe es la falta de supervisión por parte del Hospital Regional de Concepción respecto al personal médico que, además de sus funciones asistenciales, desarrolla labores de docencia. Según la Contraloría, el hospital no aplicó los correspondientes descuentos en las remuneraciones de los médicos por las inasistencias y retrasos registrados.
Adicionalmente, se comprobó que dos médicos del Servicio de Cirugía, pese a encontrarse con licencia médica, registraron atenciones de pacientes en los sistemas informáticos del hospital. Sin embargo, el recinto asistencial informó que estas prestaciones fueron realizadas por otros profesionales que utilizaron las claves de acceso de los médicos ausentes.
Sumarios Administrativos Iniciados
Ante estas irregularidades, el Hospital Guillermo Grant Benavente ha informado que inició sumarios administrativos en diciembre de 2024 para determinar las eventuales responsabilidades de los médicos involucrados. Una vez finalizado el proceso, el hospital deberá remitir el acto administrativo y el expediente sumarial a la Contraloría para su revisión y control de legalidad.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los mecanismos de supervisión y control en el ámbito de la salud pública, a fin de garantizar el cumplimiento de las funciones y responsabilidades de los profesionales médicos, tanto en el ámbito asistencial como en el docente.
