La reciente aprobación en el Senado de la idea de legislar un proyecto que busca levantar un monumento en homenaje al expresidente Sebastián Piñera ha generado una fuerte polémica, especialmente por las duras críticas de la senadora Fabiola Campillai.
Por 25 votos a favor, 5 en contra y 1 abstención, la Sala del Senado dio luz verde a esta iniciativa, que contó incluso con el respaldo de parlamentarios de centroizquierda como José Miguel Insulza. Sin embargo, Campillai, una de las senadoras que votó en contra, calificó las intervenciones de sus pares en apoyo a la construcción de la estatua como «vergonzosas«, especialmente la del senador y exministro Luciano Cruz-Coke, quien definió a Piñera como un «demócrata«.
«Hoy me da vergüenza pensar que esa estatua podría estar en la Plaza de la Constitución, cuando aún hay muchas personas dañadas que no tienen justicia. Me da vergüenza cómo aquí se habla de un expresidente que sí violó los derechos de las personas», señaló Campillai, haciendo referencia a los hechos ocurridos durante el estallido social bajo el gobierno de Piñera.
Rechazo de Organizaciones de Derechos Humanos
Cabe recordar que, tras darse a conocer este proyecto, un grupo de organizaciones de derechos humanos expresó públicamente su rechazo al monumento, esto por los acontecimientos ocurridos en el estallido social, durante el Gobierno de Piñera. Estos grupos consideran que la erección de una estatua en honor al expresidente sería una afrenta a las víctimas de las violaciones de derechos humanos cometidas en esa época.
A pesar de esta oposición, el proyecto avanzó y ahora regresa a la Comisión de Cultura, a la espera del ingreso de indicaciones, para luego ser votado en particular en su primer trámite legislativo. La senadora Campillai y otros parlamentarios han anunciado que continuarán luchando para evitar que este monumento se concrete.
Contexto Político y Social
El debate en torno a este proyecto de monumento a Piñera se enmarca en un contexto político y social complejo en Chile. Tras el estallido social de 2019, que dejó un saldo de numerosas víctimas de violaciones de derechos humanos, la figura del expresidente Piñera sigue siendo muy cuestionada por amplios sectores de la sociedad.
Muchos consideran que erigir una estatua en su honor sería una afrenta a la memoria de quienes sufrieron bajo su gobierno, y una forma de minimizar o negar las graves violaciones cometidas. La posición de la senadora Campillai, una de las víctimas del estallido social, refleja esta visión y la necesidad de que el país enfrente su pasado reciente de manera justa y responsable.
Perspectivas Encontradas
Si bien el proyecto cuenta con el apoyo de una mayoría en el Senado, incluyendo a algunos parlamentarios de centroizquierda, la oposición de Campillai y otros legisladores, así como de organizaciones de derechos humanos, muestra que el tema sigue generando profundas divisiones y debates en la sociedad chilena.
Mientras unos ven en Piñera a un «demócrata» que merece ser honrado, otros consideran que su legado está marcado por graves violaciones a los derechos humanos que no pueden ser ignoradas o minimizadas. Este conflicto de perspectivas refleja la complejidad del proceso de reconciliación y memoria histórica que Chile aún debe enfrentar.
En medio de este debate, la voz de la senadora Campillai, como víctima y defensora de los derechos humanos, adquiere una relevancia fundamental. Su rechazo enérgico al proyecto de monumento a Piñera es un llamado a la sociedad chilena a no olvidar las heridas del pasado y a construir una memoria colectiva que honre a las víctimas y promueva la justicia y la reconciliación.