Lyle y Erik Menéndez, los infames hermanos condenados por el asesinato de sus padres en 1996, no podrán quedar en libertad en un futuro cercano. Según declaraciones del fiscal general de Los Ángeles, Nathan Hochman, los hermanos han mentido en múltiples ocasiones durante los últimos años, lo que hace imposible que se revise su sentencia a cadena perpetua.
Más de 20 mentiras detectadas
De acuerdo con Hochman, los Menéndez han sido sorprendidos en más de 20 mentiras diferentes. Si bien han admitido cuatro de ellas, persisten en otras 16 que han sido comprobadas. Entre estas, se encuentra el hecho de que intentaron comprar armas en San Diego usando identificaciones falsas, y que mintieron sobre estar fuera de la casa el día del asesinato de sus padres.
«Hemos captado más de 20 mentiras diferentes que han dicho. Han admitido cuatro de ellas, pero persisten en 16. Nunca admitieron que dieron identificaciones falsas para tratar de comprar las armas en San Diego. Intentaron justificar que estuvieron fuera de la casa todo el día del asesinato, cuando no fue así […] De nuevo, mentiras»
, señaló el fiscal Hochman.
Condenados por el asesinato de sus padres
Lyle y Erik Menéndez fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989. Los hermanos alegaron que los asesinaron debido a abusos y traumas sufridos durante su infancia, pero las autoridades no consideraron estas alegaciones como justificación para sus actos.
Desde entonces, los Menéndez han intentado en varias ocasiones obtener una nueva sentencia, argumentando que su condena original fue injusta. Sin embargo, las constantes mentiras y falta de arrepentimiento han impedido que los tribunales consideren una revisión de su caso.
Perspectiva de las víctimas
La familia de José y Kitty Menéndez ha expresado su frustración y dolor por la falta de remordimiento de los hermanos. Consideran que las mentiras y evasivas de Lyle y Erik son una afrenta a la memoria de sus padres y a la justicia.
«Ellos siguen sin asumir la responsabilidad por sus actos. Eso es lo más doloroso para nosotros»
, declaró uno de los familiares.
Futuro incierto para los Menéndez
Dado el historial de mentiras y falta de arrepentimiento de los hermanos, el fiscal Hochman ha dejado claro que no apoyará ninguna revisión de la sentencia de cadena perpetua impuesta a Lyle y Erik Menéndez. Esto significa que, por el momento, las posibilidades de que los Menéndez recuperen su libertad son prácticamente nulas.
El caso de los hermanos Menéndez se ha convertido en un símbolo de la importancia de la honestidad y la responsabilidad en el sistema de justicia. Su negativa a asumir plenamente sus crímenes y las consecuencias de sus actos les ha condenado a permanecer entre rejas por el resto de sus vidas.