China ha respondido enérgicamente a las recientes declaraciones del Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sobre la preparación militar de su país ante un eventual conflicto con el gigante asiático. En una contundente advertencia, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, afirmó que «ninguna guerra se debe librar ni se puede ganar«.
Lin acusó a la Casa Blanca de «incitar deliberadamente la confrontación ideológica» y exagerar sobre una supuesta «amenaza china«. Instó a Estados Unidos a «dejar de imponer su lógica hegemónica a China, abandonar su mentalidad obsoleta de la Guerra Fría y abstenerse de usar la ‘competencia estratégica’ como pretexto para contener y reprimir a China«.
Estas declaraciones llegan un día después de que Hegseth afirmara en una entrevista que Estados Unidos no quiere una guerra con China, pero que «quienes desean la paz deben prepararse para la guerra«. Esto, justificando el refuerzo militar ordenado por el presidente Donald Trump.
Desde China han rechazado de manera reiterada las crecientes declaraciones de Estados Unidos sobre la prioridad de fortalecer a su Ejército para hacer frente a una posible amenaza militar china. Lin Jian enfatizó que «sea cual sea el tipo de guerra, una guerra arancelaria o una guerra comercial, una guerra fría o una guerra caliente, no se debe librar y no se puede ganar«.
Este nuevo cruce se da en medio de crecientes tensiones entre ambas potencias, envueltas en disputas comerciales y acusaciones recíprocas sobre amenazas de seguridad y geopolítica. Expertos coinciden en que tanto China como Estados Unidos deben abandonar la mentalidad de confrontación y trabajar por construir una relación más estable y pacífica, en beneficio de sus pueblos y del mundo.
