En un giro inesperado en las relaciones entre Estados Unidos y México, el presidente Donald Trump anunció este jueves que ha decidido aplazar nuevamente los aranceles anunciados contra México. Esta decisión se produjo después de una «excelente y respetuosa» llamada telefónica entre Trump y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
En su cuenta de Truth Social, Trump destacó que acordaron que «México no tendrá que pagar aranceles sobre cualquier cosa que esté bajo el acuerdo T-MEC. Esto será válido hasta el 2 de abril». El mandatario estadounidense calificó la medida como «una muestra de cortesía y respeto» hacia su homóloga mexicana, con quien ha mantenido una «muy buena relación» y con quien están «trabajando arduamente, juntos, en la frontera».
Por su parte, Sheinbaum celebró la decisión de Trump, afirmando que la llamada fue «excelente y respetuosa», y que en ella «coincidimos en que nuestro trabajo y colaboración han dado resultados sin precedentes, en el marco del respeto a nuestras soberanías». La presidenta mexicana agradeció al mandatario estadounidense y reafirmó que continuarán trabajando juntos, particularmente en temas migratorios y de seguridad fronteriza.
Este nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos y México se produce en un contexto de creciente cooperación bilateral, especialmente en lo que respecta al control de la migración irregular y la lucha contra el tráfico de fentanilo. Ambos líderes han reconocido la importancia de mantener un diálogo abierto y respetuoso, priorizando los intereses comunes y el respeto mutuo, en lugar de las tensiones y los desencuentros.
La decisión de Trump de aplazar los aranceles y la celebración de Sheinbaum sugieren que ambos países están comprometidos en fortalecer sus vínculos y encontrar soluciones conjuntas a los desafíos compartidos. Este gesto de buena voluntad podría sentar las bases para una nueva era de cooperación y entendimiento entre Estados Unidos y México.