En un incidente que ha generado preocupación, un funcionario de Carabineros fue dado de baja por tomar fotografías de dos jóvenes que fueron detenidos erróneamente durante una investigación en Ñuñoa. Según fuentes policiales, una rápida investigación interna concluyó con la expulsión del carabinero, quien había capturado imágenes de los dos sujetos de 21 y 23 años sin la debida autorización.
Los jóvenes fueron trasladados a la 18ª Comisaría de Ñuñoa únicamente para realizar un control de identidad como parte de la investigación. Sin embargo, durante la madrugada, la general Karina Soza aseguró que los universitarios habían sido detenidos en relación con el incidente.
La captura de los individuos se produjo en las inmediaciones del lugar donde el sargento José Miguel Villegas resultó baleado al intentar frustrar una encerrona. Los jóvenes fueron atrapados mientras huían, pero se determinó que su escape no se debía a que participaran en el hecho, sino que buscaban alejarse de los disparos.
Tras las verificaciones correspondientes, se concluyó que los jóvenes no tenían relación alguna con el incidente en el que el carabinero resultó herido. Por lo tanto, fueron dejados en libertad. Sin embargo, el carabinero que tomó las fotografías sin autorización fue expulsado de la institución como resultado de la investigación interna.
Este tipo de acciones son inaceptables y van en contra de los principios de Carabineros. Tomaremos las medidas necesarias para garantizar que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir, declaró la general Soza, reafirmando el compromiso de la institución con el respeto a los derechos de los ciudadanos.
El incidente ha generado preocupación y debate sobre la necesidad de fortalecer los protocolos de actuación de Carabineros, especialmente en situaciones de detención y control de identidad, para evitar abusos y garantizar el debido proceso.