En un mundo donde el amor romántico ha sido elevado a un pedestal, algunas personas como el actor chileno Jorge López se atreven a cuestionar este paradigma. En una reciente entrevista, López rechazó de plano el concepto de «amor romántico», afirmando que no cree en la «posesión» ni en «contratos amorosos».
Pero, ¿a qué se refiere exactamente con el «amor romántico»? Según el psicólogo clínico y experto en relaciones de pareja Julio César Carrasco, este tipo de amor se caracteriza por una intensa atracción emocional y física, que idealiza la unión exclusiva, la pasión desbordante y la expectativa de una unión eterna. Sin embargo, esta visión, moldeada por narrativas culturales y mediáticas, a menudo resulta inalcanzable.
Más Allá del Amor Romántico
Carrasco explica que el amor, lejos de ser un sentimiento estático, demanda un aprendizaje continuo. Antes de comprometerse en una relación, es esencial preguntarse si se está verdaderamente disponible para asumir las entregas, sacrificios y el compromiso que implica amar de manera profunda.
Según el experto, la ausencia de amor romántico no implica deficiencia emocional. Reconocer que se puede hallar satisfacción en otras formas de amar, como la amistad, el compañerismo y la libertad individual, es un acto de autoconocimiento y autenticidad.
Diversidad en las Relaciones
Las declaraciones de Jorge López ponen de manifiesto que existen individuos que no se identifican con el paradigma del romance idealizado. Estos esquemas, a menudo impuestos de manera restrictiva, no capturan la diversidad de experiencias y formas de amar.
Carrasco señala que las relaciones y las necesidades afectivas varían a lo largo del ciclo vital. Lo que es adecuado en la juventud puede cambiar en la adultez o en etapas posteriores. Cada fase de la vida conlleva metas y desafíos emocionales distintos, por lo que el molde tradicional puede resultar insuficiente o incluso contraproducente.
Hacia Relaciones Saludables
El amor romántico, en sí mismo, no es negativo; su valoración depende de cómo se convierta en un ideal. Cuando se asocia con prácticas como la posesividad, los celos o la dependencia emocional, puede desembocar en relaciones tóxicas y perjudiciales.
Carrasco enfatiza que lo crucial es fomentar relaciones fundamentadas en el respeto, la autonomía y la empatía, de modo que cada forma de amar se desarrolle de manera saludable y genuina. No existe un modelo universal que defina la «forma correcta» de amar, sino que el éxito en una relación se basa en la autenticidad, la comunicación abierta y el respeto por las diferencias individuales.
