Javier Milei, el presidente de Argentina, ha demostrado una determinación inquebrantable en su objetivo de transformar el país, incluso si eso significa desafiar al Congreso. Desde su asunción, Milei ha implementado una estrategia audaz y multifacética para sortear los obstáculos institucionales y avanzar con su agenda de cambio.
Neutralizando al Congreso
Uno de los primeros movimientos de Milei fue advertir al Congreso que no dejaría que lo detuviera en su proceso de cambio. Si este Congreso eligiera no acompañar de forma mayoritaria en esta propuesta que les extiendo, sepan que eso no detendrá el proceso de cambio, advirtió en su discurso de apertura de sesiones.
Milei ha demostrado una habilidad excepcional para negociar, retroceder y volver a negociar, creando un ambiente de caos que desorientó a los expertos en política. Ha logrado aprobar 38 leyes con su sello, incluyendo la Ley Bases y el Pacto Fiscal, a pesar de la resistencia inicial del Congreso.
Dividir y Conquistar
Una de las estrategias clave de Milei ha sido dividir a la oposición. Ha logrado neutralizar al PRO, desarticular al radicalismo y convencer a algunos gobernadores peronistas para que apoyen sus iniciativas. Milei decidió en el primer minuto de su gobierno doblegar las instituciones, aprovechando la debilidad del sistema político y de representación, analiza el diputado Pablo Juliano.
Milei también ha utilizado tácticas más agresivas, como publicar una «lista negra» de diputados «traidores» y «enemigos», lo que llevó a algunos legisladores a modificar sus votos por miedo a aparecer en ella.
Gobernando sin el Congreso
Ante la dificultad de alcanzar consensos en el Congreso, Milei no ha dudado en gobernar a través de decretos y vetos. Ha designado a dos miembros de la Corte Suprema de Justicia por decreto, pese a la resistencia del Senado, y ha legislado por DNU cada vez que lo ha considerado necesario.
Incluso en temas sensibles como la suspensión de las PASO, Milei ha logrado infiltrarse en el peronismo a través de los gobernadores, dividiendo a la oposición y logrando que algunos legisladores se abstengan o voten a favor de sus propuestas.
Desafiando los Límites
Bajo el gobierno de Milei, se han roto algunos consensos democráticos que hasta entonces habían sido inquebrantables. Por ejemplo, por primera vez, legisladores libertarios visitaron a genocidas en la cárcel sin que el Congreso pudiera votar un repudio conjunto.
Milei, con su jugueteo permanente con el negacionismo, y una vicepresidenta que todavía defiende sus reuniones en el pasado con Jorge Rafael Videla y otros tantos criminales de lesa humanidad, corrió al extremo los límites de un Congreso.
Conclusión: La Libertad Avanza, con o sin el Congreso
A pesar de los tropiezos y vaivenes, Javier Milei ha logrado imponer su agenda de cambio, neutralizando al Congreso y gobernando a través de decretos y vetos. Su estrategia de división, caos y confrontación le ha permitido avanzar en un terreno que le era desconocido, pero que está dispuesto a conquistar a toda costa. La pregunta que se hacen en todo el arco político es: ¿Ganó o perdió Milei en su pulso con el Congreso?