Estados Unidos ha dado un paso trascendental al designar oficialmente a los rebeldes hutíes de Yemen como organización terrorista extranjera. Esta medida, firmada por el expresidente Donald Trump a finales de enero, representa un giro estratégico en la política exterior estadounidense hacia el conflicto yemení.
Según el Departamento de Estado, los hutíes «amenazan la seguridad de los civiles y el personal estadounidense en Oriente Próximo», así como la de los socios regionales y el comercio marítimo mundial. La designación busca reducir el apoyo a este tipo de actividades y demostrar el compromiso de la Administración Trump de proteger los intereses de seguridad nacional.
Ataques a Buques Comerciales y Militares
Desde 2023, los hutíes han lanzado cientos de ataques contra buques comerciales en el mar Rojo y el golfo de Adén, así como contra militares estadounidenses que defienden la libertad de navegación y a los socios regionales de Estados Unidos. Mientras que los hutíes no atacaron a los buques con bandera china, sí lo hicieron contra barcos estadounidenses y de sus aliados.
«Estados Unidos no tolerará que ningún país se relacione con organizaciones terroristas como los hutíes en nombre de la práctica de negocios internacionales legítimos»
, enfatizó el Departamento de Estado.
Reversión de la Política de Biden
Cabe destacar que esta no es la primera vez que los hutíes son designados como organización terrorista extranjera. En enero de 2021, el expresidente Trump ya los había incluido en esta lista, pero la posterior Administración de Joe Biden revirtió la medida durante su primer mes de mandato.
Ahora, Trump considera que la «débil política» de su predecesor ha permitido que los hutíes ataquen buques de guerra estadounidenses y navíos mercantes, lo que ha llevado a la actual designación como una forma de endurecer la posición de Estados Unidos en la región.
Reacción de los Hutíes y de Israel
Por su parte, los hutíes han reaccionado a la medida de manera irónica, describiendo la designación como «un gran honor» e incluso sugiriendo que hubiera sido más peligroso si Trump los hubiera incluido en su «lista de amigos».
En contraste, el Gobierno de Israel celebró la decisión como «un paso importante en la lucha contra el terrorismo», lo que refleja la complejidad geopolítica del conflicto yemení y las diferentes posturas de los actores regionales.
En resumen, la designación de los hutíes como organización terrorista extranjera por parte de Estados Unidos representa un giro estratégico en la política exterior estadounidense hacia Yemen, con implicaciones en la seguridad regional y el comercio marítimo mundial.