La diputada Karol Cariola (Partido Comunista) vivió una jornada agridulce al dar a luz a su primer hijo, pues horas después su domicilio fue allanado por la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de una investigación por presunto tráfico de influencias.
Según fuentes del Ministerio Público, la acción se debe a una arista abierta derivada del caso Sierra Bella, en el cual se habría solicitado un favor a la entonces alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (también del PC), para conseguir una patente municipal para un cercano. Los mensajes que evidenciarían esta solicitud habrían sido eliminados del teléfono de Hassler, pero recuperados durante la indagatoria.
El allanamiento, que incluyó la incautación de un notebook y un teléfono celular de Cariola, generó una ola de críticas y respaldo desde el Partido Comunista. El exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, calificó el hecho como «un nivel de odiosidad extrema» y «perverso» por coincidir con el nacimiento del bebé. La diputada Carmen Hertz también denunció «odiosidad e inquina inaceptable» en la acción.
Por su parte, Cariola señaló desconocer «mayores detalles de la investigación» y aseguró haber entregado voluntariamente sus dispositivos. Recalcó que ha actuado «apegada a las leyes» y se mostró «tranquila» y dispuesta a colaborar con la justicia.
Desde la oposición, en tanto, hubo cuestionamientos. El concejal de la UDI por Santiago, Luis Mackenna, solicitó una auditoría interna al municipio por los «sospechosos déficits» en educación y la Corporación de Desarrollo, además del «mal uso de tarjetas gift card». La diputada Camila Flores (RN) señaló que «si lo hace la PDI es porque antecedentes tienen que existir», pero lamentó que haya sido el mismo día del nacimiento.
Este caso pone de manifiesto la tensión política y las acusaciones cruzadas en torno a presuntas irregularidades en la gestión municipal de Santiago, con el Partido Comunista a la defensiva ante una investigación que parece apuntar a vínculos entre la diputada Cariola y la exalcaldesa Hassler.
