George Harris, un comediante venezolano, rompió el silencio para dar su versión de los hechos después de su fracaso en el Festival de Viña del Mar 2025. En una transmisión en vivo, Harris denunció la xenofobia que enfrentó desde que aceptó la invitación para presentarse en el certamen.
Según el comediante, la información se tergiversó y los medios de comunicación chilenos generaron odio en su contra, atribuyendo a esto sus pifias en la Quinta Vergara. Qué clase de xenofobia tan brava, no por la gente, sino por los medios de comunicación. Si tú eres venezolano tú no te puedes presentar en el Festival. Los venezolanos somos solo los Rappi, los Uber. No hay médicos, no hay emprendedores venezolanos en Chile, expresó.
Harris aseguró que desde que aceptó la invitación, sintió la xenofobia en carne propia. Según él, un programa de televisión encontró un tuit de 2023 en el que hablaba de Allende, y los medios comenzaron a atacarlo por burlarse de la historia de Chile. Yo he sentido la xenofobia en carne propia desde que me invitaron. Me siento mal, porque nadie va a un escenario a que lo piten, nadie va a enfrentarse a un tema de xenofobia tan brava como la que hay en Chile, lamentó.
Una Lucha por la Inclusión
A pesar de que, según sus palabras, le pidió a la organización del certamen bajarse debido a la polémica, desde el Festival de Viña le imploraron que se presentara. Harris reconoció que aceptar la invitación fue un error garrafal en su carrera, pero su experiencia evidencia la necesidad de combatir la xenofobia y promover la inclusión de los artistas extranjeros en los eventos culturales de Chile.
Más Allá de los Estereotipos
El caso de George Harris resalta la importancia de valorar y reconocer las contribuciones de los inmigrantes, más allá de los estereotipos y prejuicios. Como él mismo señaló, los venezolanos en Chile no son solo repartidores, sino también médicos, emprendedores y profesionales que merecen ser vistos y aceptados en igualdad de condiciones.
La lucha de Harris por ser reconocido en su talento y no solo por su nacionalidad, es un llamado a la apertura y la diversidad en los espacios culturales de Chile. Su experiencia en el Festival de Viña debe servir como un impulso para la reflexión y el cambio, hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de las diferencias.