En una decisión trascendental, la Corte de Apelaciones de Valparaíso ha suspendido por seis meses el desalojo de la megatoma de San Antonio, ubicada en el Cerro Centinela. Esta medida, tomada el pasado 27 de febrero, brinda una oportunidad única para que las partes involucradas -el Gobierno, los dueños del terreno y los residentes- trabajen en conjunto para encontrar una solución duradera y equitativa.
La megatoma, que alberga a aproximadamente 10 mil personas, se había convertido en un desafío complejo para las autoridades. Sin embargo, la suspensión del desalojo otorga un respiro y abre la puerta a un diálogo constructivo entre las partes.
Protocolo de Acuerdo: Buscando una Solución Consensuada
Previo a la suspensión del desalojo, el Gobierno y los dueños del terreno habían suscrito un Protocolo de Acuerdo. Este documento establece la conformación de una comisión técnica integrada por representantes de ambas partes, así como del Ministerio de Vivienda y el Municipio de San Antonio.
La comisión técnica, conformada por profesionales de la construcción, tendrá la tarea de evaluar las condiciones de venta del terreno, el precio y las garantías. Esto permitirá establecer las modalidades para dar un cumplimiento razonable y paulatino a la resolución judicial.
Además, se contempla la posibilidad de que la adquisición del predio se realice en un solo acto, a través de cooperativas u otras alternativas que beneficien a los residentes de la megatoma.
Oportunidad para una Solución Sostenible
La suspensión del desalojo por seis meses representa una oportunidad única para que las partes involucradas trabajen en una solución sostenible y justa. Esto permitirá evitar un desalojo traumático y, en su lugar, buscar alternativas que brinden seguridad habitacional a los residentes de la megatoma.
Además, la comisión técnica podrá analizar a fondo las condiciones del terreno y explorar opciones de adquisición y desarrollo que beneficien tanto a los dueños como a los ocupantes. Este proceso, si se lleva a cabo de manera transparente y colaborativa, podría sentar las bases para una solución duradera y equitativa.
En resumen, la suspensión del desalojo representa una oportunidad valiosa para que las partes involucradas trabajen en una solución integral que atienda las necesidades de los residentes de la megatoma, respete los derechos de los propietarios y contribuya a la construcción de una comunidad más justa y sostenible en San Antonio.