La discalculia es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por la dificultad para comprender y manejar conceptos matemáticos básicos. Lejos de ser una simple deficiencia en el aprendizaje, este enigmático desorden afecta a entre el 3 y el 7% de la población, dificultando tareas tan cotidianas como leer la hora, calcular el vuelto o pagar las cuentas.
Según Annette Höinghaus, portavoz de la Asociación Federal de Dislexia y Discalculia de Alemania, la discalculia tiene un origen genético. Los niños con discalculia no desarrollan automáticamente una comprensión de las cantidades como otros niños, aunque sean tan talentosos como los demás
. Este trastorno del neurodesarrollo persiste en la edad adulta, lo que puede generar frustración y ansiedad en quienes lo padecen.
Señales de Alerta y Diagnóstico
La discalculia suele manifestarse desde la edad preescolar, según la terapeuta Susanne Kraut. Algunas señales de alerta incluyen errores frecuentes al contar con los dedos, problemas con la transición a las decenas y el uso de métodos de cálculo incorrectos en los primeros grados escolares.
Se nota cuando los deberes de matemáticas nunca terminan por la tarde y la asignatura se asocia con la ansiedad en la escuela
, explica Kraut.
Para diagnosticar la discalculia, es necesario realizar una evaluación integral que incluya pruebas de coeficiente intelectual y de rendimiento escolar, según el neuropediatra brasileño Júlio Koneski. Estas herramientas permiten descartar otras condiciones neurológicas que puedan estar interfiriendo en el aprendizaje.
Más allá de las Dificultades Matemáticas
La discalculia va más allá de las dificultades con los números, ya que también puede afectar la percepción del tiempo y la orientación espacial. Esto se debe a que las mismas áreas cerebrales responsables del procesamiento numérico también intervienen en estas habilidades.
Por ejemplo, las personas con discalculia pueden tener problemas para leer la hora en un reloj analógico o para estimar distancias y tiempos de manera precisa. Estas limitaciones pueden generar desafíos en la vida cotidiana, como llegar tarde a citas o tener dificultades para organizar tareas y actividades.
Abordaje Integral y Personalizado
Afortunadamente, existen enfoques especializados para ayudar a las personas con discalculia a superar sus dificultades. Estos incluyen cursos de capacitación, terapia cognitivo-conductual y estrategias de compensación que les permiten desarrollar habilidades alternativas para manejar situaciones numéricas.
El objetivo es brindar a los afectados las herramientas necesarias para adaptarse a sus fortalezas y debilidades, logrando una mayor independencia y calidad de vida. Con un abordaje integral y personalizado, es posible que las personas con discalculia puedan superar los desafíos cotidianos y alcanzar su máximo potencial.