Francisca Curihuinca Calcumil, una mujer mapuche de 70 años, se encuentra actualmente encarcelada en la Cárcel Preventiva de Temuco, acusada de sustracción de madera, asociación ilícita y amenazas simples. Su familia, liderada por su hija, ha iniciado una campaña en redes sociales denunciando una supuesta persecución del Gobierno y empresas privadas en su contra.
Según los relatos de sus familiares, Curihuinca fue detenida el 24 de enero junto a otras ocho personas en la Comunidad Pedro Ñancuan Curihuinca, en el sector Curalaco Alto de la comuna de Toltén. La acusación provino de la Forestal Arauco, Mininco y la empresa de seguridad Maxcon.
Los familiares de la imputada afirman que Curihuinca ha sufrido descompensaciones durante su reclusión y advierten que responsabilizarán al Gobierno de cualquier cosa que le suceda mientras esté en prisión preventiva. Exigen su inmediata liberación debido a sus problemas de salud.
Esta situación refleja la compleja realidad que enfrentan muchas comunidades mapuches en Chile, donde la disputa por los recursos naturales y la tierra ha generado conflictos recurrentes con el Estado y empresas privadas. La detención de Curihuinca es vista por sus familiares como una persecución injusta y una violación de los derechos de los pueblos originarios.
La Lucha por la Justicia y la Salud
La campaña lanzada por los familiares de Francisca Curihuinca busca visibilizar su caso y exigir su libertad. Denuncian que la mujer, de avanzada edad y delicado estado de salud, se encuentra recluida en condiciones inadecuadas, lo que pone en riesgo su bienestar.
Según los testimonios, Curihuinca ha sido víctima de una persecución sistemática por parte de las autoridades y empresas forestales, quienes la acusan de actividades ilegales relacionadas con el aprovechamiento de los recursos naturales en sus tierras ancestrales.
Esta situación refleja la compleja relación entre las comunidades mapuches y el Estado chileno, donde la lucha por la preservación de la identidad y los derechos territoriales a menudo se ve enfrentada a los intereses económicos y políticos de las élites dominantes.
Llamado a la Solidaridad y la Acción
El caso de Francisca Curihuinca Calcumil ha generado una ola de solidaridad y apoyo en las redes sociales, donde sus familiares han compartido su historia y exigido su liberación inmediata.
Vamos a responsabilizar al Gobierno de cualquier cosa que le suceda mientras esté recluida
, advierten los familiares de la anciana mapuche, quienes hacen un llamado a la comunidad a unirse a su lucha por la justicia y el respeto a los derechos de los pueblos originarios.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de un diálogo constructivo y una solución justa que equilibre los intereses de las comunidades indígenas y las empresas, en un marco de respeto a los derechos humanos y la preservación del medio ambiente.