La ciencia a menudo trasciende los límites de la imaginación, y este último logro científico es un claro ejemplo de ello. Un equipo de investigadores de la Universidad de Tufts ha desarrollado una telaraña sintética inspirada en la tecnología del icónico superhéroe Spiderman, transformando la fantasía en una realidad tangible.
Este descubrimiento surgió de manera fortuita cuando Marco Lo Presti, investigador de biotecnología, realizaba una tarea de rutina en el laboratorio. Mientras limpiaba recipientes con acetona, observó cómo la solución comenzaba a transformarse en fibras que recordaban a una telaraña. Lo Presti, quien estudiaba adhesivos subacuáticos, se dio cuenta de que al agregar acetona a la mezcla de seda y dopamina, esta se solidificaba casi instantáneamente, creando fibras resistentes y adhesivas.
De la Accidentalidad al Desarrollo Tecnológico
A partir de este hallazgo fortuito, el equipo del Silklab de Tufts llevó el proyecto al siguiente nivel. Desarrollaron un sistema que puede disparar estas fibras sintéticas, cuyo diámetro varía entre el grosor de un cabello humano y medio milímetro, de manera similar a los lanzadores del Hombre Araña.
La fórmula desarrollada es una compleja mezcla que tiene como base la fibroína de seda, obtenida de los capullos de polillas, combinada con dopamina. Los investigadores potenciaron aún más sus propiedades añadiendo quitosano, un material derivado de los exoesqueletos de insectos, y tampón de borato, lo que multiplicó por 200 la resistencia a la tracción de las fibras y aumentó 18 veces su capacidad adhesiva.
Superando a la Naturaleza
Según los resultados del estudio, estas fibras sintéticas pueden recoger objetos que pesan más de 80 veces su propio peso, una capacidad que ha sido probada en diversas condiciones, desde tubos de ensayo flotando en agua hasta instrumentos quirúrgicos enterrados en arena.
Ahora podemos atrapar un objeto a una distancia de hasta 30 o 35 centímetros y levantar unos 15 o 20 gramos
, explicó Lo Presti.
Lo más fascinante es que esta tecnología supera incluso a la naturaleza en ciertos aspectos, ya que ninguna araña conocida tiene la capacidad de disparar sus telarañas a distancia para capturar objetos, lo que hace de este desarrollo algo único.
Convergencia entre Ciencia e Imaginación
Para Fiorenzo Omenetto, director del Silklab y catedrático de Ingeniería en Tufts, la clave del proceso creativo reside en ese espacio donde convergen imaginación y ciencia.
Como científicos e ingenieros, navegamos por la frontera entre la imaginación y la práctica. Ahí es donde se produce toda la magia
, explica el investigador.
Este proyecto ejemplifica perfectamente esta filosofía, ya que combina la inspiración proveniente tanto de la naturaleza como de la cultura popular, específicamente de los cómics, para crear algo completamente nuevo.
Si bien la seda de araña natural sigue siendo aproximadamente mil veces más resistente que estas fibras artificiales, el equipo continúa trabajando en mejorar sus capacidades y explorar posibles aplicaciones, desde la recuperación de objetos bajo el agua hasta su uso en drones para capturar elementos en entornos remotos.