La comunidad mapuche Coliñir de Valdivia, en la región de Los Ríos, ha exigido a la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Bienes Nacionales que valide un informe de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) que reconoce un predio reclamado como tierra indígena.
Lucha Histórica por la Tierra
Los integrantes de la comunidad, originarios del sector Isla Teja, han trabajado durante años bajo la legislación nacional para mantener el lugar donde históricamente han vivido y no ser despojados. Según la Resolución Exenta Número 513 del 26 de marzo de 2024 de la Conadi, la comunidad Coliñir logró acreditar la pérdida ancestral de 4,75 hectáreas de espacio comunitario, sagrado y ceremonial, que actualmente se encuentran en manos del fisco y de un particular no indígena.
Reconocimiento de Derechos Ancestrales
La Conadi resolvió que es fundamental para la comunidad contar con el dominio de la propiedad, lo que les permitiría realizar su identidad, cultura y manifestaciones religiosas de mejor manera, elevando así la calidad de vida de sus miembros y respectivos grupos familiares. Para el vicepresidente de la comunidad, Raúl Coliñir, es crucial que la Seremi de Bienes Nacionales haga valer lo que indica la Conadi.
Disparidad de Tratamiento
Para el werkén (portavoz) de la comunidad, Luis Coliñir, es incomprensible cómo en otras regiones del sur tienen un tratamiento diferente a lo que ven en la región de Los Ríos frente a los mismos temas. Esto evidencia la necesidad de un abordaje más equitativo y sensible a las reivindicaciones de los pueblos indígenas.
Propuesta de Bienes Nacionales
Según el seremi de Bienes Nacionales, Jorge Pacheco, el traspaso de terrenos fiscales a la comunidad es un proceso largo que puede tardar entre uno y un año y medio. Pacheco afirmó que durante el año pasado trabajaron en propuestas con la comunidad, las cuales fueron rechazadas por esta última, ya que solo aceptarían la devolución de las 4,75 hectáreas reclamadas.
Reivindicación de la Identidad y Cultura Mapuche
La comunidad Coliñir ha sufrido un historial de más de un siglo y medio de despojos, primero por la colonización alemana y, recientemente, por obras habitacionales del Gobierno o proyectos inmobiliarios de empresas privadas en lo que consideran su lugar ancestral de vida. Esta lucha por la recuperación de sus tierras es fundamental para la preservación de su identidad, cultura y prácticas religiosas.
