En la madrugada del martes 7 de enero, los residentes de la región de Valparaíso fueron sorprendidos por un terremoto de magnitud 4.2 que se registró a las 00:39 horas. Según la información proporcionada por el Centro Sismológico Nacional (CSN) de la Universidad de Chile, el epicentro del sismo se ubicó a 31.2 kilómetros al noroeste de Quintero, a una profundidad de 34 kilómetros.
Los testimonios de los habitantes de la zona describen el evento como un «remezón fuerte», breve pero intenso, que incluyó un ruido acompañante. Una auditora de Radio Bío Bío, que se encontraba en una casa de segundo piso, relató: Fue fuerte, yo estoy en una casa de segundo piso, pero fue el remezón fuerte y después como que vino uno suavecito.
Impacto y Reacciones en la Comunidad
El sismo, a pesar de su magnitud moderada, despertó a los residentes de Valparaíso y generó una respuesta inmediata de la comunidad. Algunos habitantes reportaron sentir el temblor con mayor intensidad, dependiendo de la ubicación y la estructura de sus viviendas.
Según los registros del CSN, el terremoto tuvo una profundidad de 34 kilómetros, lo que pudo haber contribuido a la percepción de un «remezón fuerte» por parte de los testigos. La ubicación del epicentro, a más de 30 kilómetros de la costa, también pudo haber influido en la experiencia de los residentes.
Preparación y Respuesta de Emergencia
Este evento sísmico, aunque de magnitud moderada, sirvió como un recordatorio para la comunidad de Valparaíso sobre la importancia de estar preparados ante posibles terremotos. Las autoridades locales y los organismos de emergencia reiteraron la necesidad de que los residentes conozcan los protocolos de seguridad y tengan un plan de acción en caso de futuros sismos.
La rápida respuesta y los relatos de los testigos locales destacan la resiliencia y la capacidad de la comunidad de Valparaíso para hacer frente a estos fenómenos naturales. Eventos como este sirven para reforzar la importancia de la preparación y la conciencia sísmica en la región.
