A puertas de un nuevo mandato de Nicolás Maduro, Venezuela enfrenta el desafío de reconstruir sus relaciones diplomáticas, severamente deterioradas en los últimos años. Luego de una serie de rupturas con países de la región, el gobierno venezolano se encuentra ante la urgente necesidad de restablecer puentes y abrir nuevos canales de cooperación, tanto por razones políticas como, sobre todo, por consideraciones económicas.
La Debacle Diplomática Reciente
En 2024, Venezuela vivió un retroceso significativo en sus vínculos internacionales, especialmente en Latinoamérica. Países como Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay rompieron relaciones diplomáticas con Caracas, rechazando los resultados de las elecciones presidenciales que dieron la victoria a Maduro. Más recientemente, Paraguay también se sumó a esta lista, tras el apoyo de su presidente a un candidato opositor.
Estas rupturas se suman al distanciamiento ya existente con Estados Unidos, sin vínculos diplomáticos desde 2019, aunque con un acercamiento durante la administración de Joe Biden. Asimismo, las críticas de líderes regionales como Gustavo Petro y Lula da Silva a las inhabilitaciones de opositores en Venezuela han generado nuevas tensiones.
Reconstruyendo Puentes Clave
De cara al próximo período presidencial 2025-2031, el restablecimiento de relaciones diplomáticas es una tarea prioritaria para Venezuela, tanto por consideraciones políticas como, sobre todo, por razones económicas. La riqueza y el potencial de la Venezuela próspera de los años 80 se mantienen intactos
, y el país necesita recuperar los vínculos comerciales y de exportación que ahora se encuentran rotos.
Más allá de los aliados incondicionales como Cuba, Nicaragua y Bolivia, Venezuela deberá enfocar sus esfuerzos en reconstruir puentes con países clave de la región, como Colombia, Brasil, Argentina y Chile. Asimismo, será crucial recomponer la relación con Estados Unidos, buscando un diálogo constructivo que permita avanzar en acuerdos y negociaciones.
Una Oportunidad para la Proyección Internacional
El nuevo mandato de Maduro representa una oportunidad para que Venezuela retome su proyección internacional y reconstruya su imagen en el escenario global. Más allá de los aliados tradicionales, el país deberá buscar acercamientos con potencias como China, Rusia, Irán y Turquía, enfocándose en fortalecer los vínculos económicos y comerciales.
En un contexto de crisis y tensiones, la diplomacia será clave para que Venezuela pueda impulsar su desarrollo y recuperar su lugar en el concierto internacional. El reto será lograr un delicado equilibrio entre la defensa de sus intereses y la búsqueda de una mayor apertura y cooperación con el mundo.