En un esfuerzo por abordar los complejos desafíos migratorios que enfrenta el país, el gobierno ha implementado una nueva estrategia que busca equilibrar los procesos de regularización y expulsión de migrantes. La ministra vocera de Gobierno (s), Aisén Etcheverry, ha proporcionado detalles sobre esta nueva aproximación.
Regularización Migratoria: Un Enfoque Más Acotado
Según Etcheverry, el proceso de regularización migratoria que se está estudiando en el Ejecutivo se enfoca en aproximadamente 180 mil personas, una cifra significativamente menor a los más de 300 mil que se regularizaron durante el gobierno anterior. Esta reducción en el alcance de la regularización se debe a una evaluación más exhaustiva de los casos, buscando priorizar aquellos que cumplen con los requisitos y criterios establecidos.
Protocolo de Expulsión: Mayor Eficiencia y Coordinación
En paralelo a la regularización, el gobierno ha implementado un protocolo de expulsión para abordar la situación de los migrantes en situación irregular que, además, están involucrados en actividades delictivas. Etcheverry destaca que este protocolo busca generar una mejor coordinación entre los organismos públicos involucrados en el proceso de expulsión, acelerar los plazos y priorizar estratégicamente los casos más urgentes.
Resultados Tangibles
Según los datos proporcionados, estas medidas han tenido un impacto positivo, con una disminución sostenida del 37% en los ingresos irregulares y un aumento en el número de expulsiones, alcanzando el nivel más alto de los últimos 5-6 años. Esto demuestra que la nueva estrategia está dando resultados, aunque Etcheverry reconoce que aún hay margen de mejora y que el objetivo es que el protocolo de expulsión funcione de manera aún más eficiente.
Un Enfoque Equilibrado y Estratégico
La aproximación del gobierno a la gestión migratoria busca encontrar un equilibrio entre la regularización de aquellos migrantes que cumplen con los requisitos y la expulsión de quienes representan un riesgo para la seguridad y el orden público. Este enfoque más estratégico y acotado, en comparación con el pasado, refleja un intento por abordar los desafíos migratorios de manera más efectiva y sostenible.
Si bien aún quedan retos por superar, la implementación de este nuevo protocolo y la reducción en el alcance de la regularización sugieren que el gobierno está buscando una solución más equilibrada y adaptada a las necesidades actuales del país.