Los damnificados por el megaincendio que azotó Viña del Mar y Quilpué en la región de Valparaíso el 2 y 3 de febrero han alzado sus voces para cuestionar la nueva dinámica de entrega del bono de acogida. Según denuncian, esta nueva modalidad, implementada el pasado 27 de diciembre, es una «burla» que discrimina a quienes aún no tienen claridad sobre su situación habitacional.
El bono de acogida, que representa una inversión de $1.300 millones de pesos por parte de la Delegación Presidencial Regional de Valparaíso, se ha dividido en dos tramos:
Tramo 1: Solución Habitacional Definitiva
Este primer tramo está destinado a los jefes y jefas de hogar que ya cuentan con una solución habitacional definitiva a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). Estos beneficiarios recibieron un pago de $367 mil.
Tramo 2: Sin Solución Habitacional Definida
El segundo tramo corresponde a los jefes de hogar que aún no tienen claridad sobre su situación de vivienda. En este caso, se depositaron $186 mil.
René Flores, presidente del Comité de Crisis del sector El Olivar, expresó su preocupación y señaló que recopilarán información de los afectados para presentar los antecedentes al Servicio de Vivienda y Urbanismo, así como a la Seremi de Desarrollo Social y Familia.
Por su parte, Paola Pizarro, dirigenta vecinal del sector Lomas Latorre de Viña del Mar, calificó esta medida como «una burla» y lamentó que haya sido implementada sin previo aviso a la comunidad.
Desde la Fundación Ronda, su directora, María José Escudero, acusó que la nueva dinámica «discrimina» a las personas que aún no tienen claridad sobre el futuro de sus viviendas. Según Escudero, esta situación genera incertidumbre y desigualdad entre los damnificados.
Ante esta situación, los afectados exigen una solución justa y transparente que garantice un trato equitativo para todas las familias damnificadas por este devastador incendio. Esperan que las autoridades escuchen sus reclamos y trabajen en una alternativa que brinde el apoyo necesario a quienes aún enfrentan la incertidumbre de su situación habitacional.