Aunque los tatuajes se han vuelto cada vez más comunes en Alemania desde la década de 1990, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Helmut Schmidt ha revelado que muchas personas siguen considerando más atractivas a aquellas personas que no tienen tatuajes.
Para la investigación, los científicos mostraron a casi 500 participantes fotografías de modelos masculinos y femeninos con diferentes niveles de tatuajes, desde ninguno hasta casos extremos incluso en el rostro. Los motivos de los tatuajes incluían patrones naturales, geométricos e inspirados en animales, sin texto ni mensajes religiosos o políticos.
Los resultados, publicados en la revista científica Plos One, muestran que los modelos fotografiados sin ningún tatuaje fueron consistentemente calificados como los más atractivos, mientras que aquellos con tatuajes extremos obtuvieron las puntuaciones más bajas.
¿Qué dicen los expertos?
Según la psicóloga Selina Weiler y sus colegas, los participantes tatuados y los expertos en tatuajes evaluaron los tatuajes extremos de manera algo más positiva que otros participantes. Además, los menores de 50 años encontraron a los modelos con tatuajes ligeramente más atractivos que los mayores.
Sin embargo, en todos los grupos, incluyendo a los expertos, las fotos de modelos con tatuajes faciales recibieron la peor valoración. Este resultado refleja el rechazo cultural a estas marcas permanentes y extremadamente visibles, explicó Weiler.
¿Qué significa esto para la industria del tatuaje?
Los autores del estudio señalan que los tatuajes han alcanzado tal nivel de aceptación cultural que han superado el punto máximo de su fascinación. Según encuestas, poco más de un quinto de los alemanes están tatuados, y si bien la gran mayoría está satisfecha con estas marcas permanentes, algunos se arrepienten de ellas.
De hecho, una encuesta de 2019 reveló que el 6,8% de las personas tatuadas en Alemania dijeron que se arrepentían de sus tatuajes. Desde 2021, solo los médicos pueden eliminar tatuajes con láser, un proceso costoso que puede llegar a varios miles de euros.
Esto demuestra el vínculo aún fuerte con los ideales tradicionales de belleza que prefieren el cuerpo natural, concluyó Weiler.
Si bien el estudio se limitó a Alemania, sus hallazgos podrían tener implicaciones más amplias en la percepción de la belleza y la aceptación de los tatuajes en otras partes del mundo.