La Presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, se enfrenta a una revocación de su protección estatal a tan solo un día de las elecciones en las que su sucesor será elegido a través de un Colegio Electoral. El Parlamento georgiano, dominado por el partido gubernamental Sueño Georgiano, aprobó esta medida con 85 votos a favor, lo que implica la retirada del personal de seguridad que acompaña a la Presidenta y al Primer Ministro en todo momento.
Esta decisión se produce en medio de una creciente crisis política en el país, donde Zurabishvili y el Gobierno mantienen una disputa por las últimas elecciones parlamentarias, que dieron la victoria a Sueño Georgiano con un estrecho margen. La Presidenta ha sido acusada de violar la Constitución al realizar visitas de trabajo a países europeos sin la autorización previa del Gobierno.
Si el Parlamento no es legítimo, si no ha sido conformado de acuerdo a la Constitución, si los resultados de las elecciones no son legítimos… Entonces el presidente no será tampoco legítimo, incluso si es investido, ha declarado Zurabishvili, quien ha advertido que no tiene intención de abandonar el cargo independientemente del resultado de la votación prevista para este sábado.
Elecciones Indirectas en Georgia
La última reforma de la legislación electoral en Georgia pone fin al sufragio directo para elegir al próximo presidente y apuesta por la composición de un Colegio Electoral formado por 300 electores. De estos, 150 serán diputados del Parlamento y los otros 150 serán representantes de los gobiernos locales, designados por sus respectivos partidos políticos.
Además, la región de Abjasia, considerada parte del territorio georgiano a pesar de su independencia de facto, contará con 21 representantes de su Consejo Supremo en el exilio dentro del Colegio Electoral.
Boicot de la Oposición
Según los informes, unos 60 diputados de la oposición, de un total de 180 escaños, no participarán en la votación del sábado, tras llamar al boicot debido a que no reconocen la actual composición del Parlamento.
La crisis política en Georgia se profundiza a medida que la Presidenta Zurabishvili se enfrenta a la revocación de su protección estatal y la elección de su sucesor se realiza a través de un Colegio Electoral, en lugar del sufragio directo de la población.