En un giro inesperado, la ex alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, ha estado dando clases de baile a las mujeres recluidas en la cárcel de San Miguel. Un video que se viralizó rápidamente en las redes sociales muestra a Barriga, vestida con un atuendo deportivo de color fucsia, guiando a las internas en una coreografía al ritmo de la salsa de Chichi Peralta.
Según los comentarios de los presentadores del matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, la iniciativa de Barriga es vista como algo «genial» y «fantástico», ya que está desempeñando un papel de «profesora» y no simplemente bailando sola. Esto demuestra su compromiso por brindar una experiencia positiva y enriquecedora a las mujeres que se encuentran recluidas en el centro penitenciario.
Más Allá del Baile: Conexión y Rehabilitación
Más allá del mero entretenimiento, estas clases de baile impartidas por Cathy Barriga en la cárcel tienen un propósito más profundo. «Ella está haciendo como una especie de profesora, no es que esté bailando ella sola, se esté tirando los pasos de manera particular y todo», comentó Julio César Rodríguez, destacando el enfoque pedagógico y de liderazgo de Barriga.
En un entorno tan desafiante como una cárcel, estas actividades pueden tener un impacto significativo en la rehabilitación y el bienestar emocional de las reclusas. El baile les brinda un momento de conexión, alegría y liberación, alejándolas temporalmente de las dificultades de su realidad diaria. Además, fomenta el trabajo en equipo, la disciplina y la autoexpresión, habilidades valiosas para su reintegración a la sociedad.
Más Allá de las Apariencias: Un Enfoque Humanitario
Si bien la imagen de Cathy Barriga bailando con las reclusas puede parecer sorprendente a primera vista, es importante reconocer el valor y la intención detrás de esta iniciativa. Más allá de las apariencias, este gesto demuestra su compromiso por brindar oportunidades de crecimiento y bienestar a aquellas mujeres que enfrentan desafíos significativos en sus vidas.
«Ella siguiendo lo que es su línea, yo lo encuentro genial, perdón, encuentro fantástico que esté haciendo una coreografía en la cárcel y además que uno ve que está dirigiendo una coreografía para el resto de las internas», expresó Montserrat Álvarez, destacando la labor de Barriga como una «profesora» que lidera y guía a las reclusas en esta experiencia transformadora.
En un mundo que a menudo juzga y estigmatiza a las personas en situación de vulnerabilidad, la iniciativa de Cathy Barriga en la cárcel de San Miguel representa un ejemplo inspirador de empatía, compasión y rehabilitación. Su compromiso por brindar momentos de alegría y conexión a las reclusas es un recordatorio de que la verdadera transformación comienza cuando nos acercamos a los demás con un corazón abierto y una mente dispuesta a ver más allá de las apariencias.