A partir del 5 de enero de 2025, los conductores que transiten por el centro de la ciudad de Nueva York deberĆ”n pagar un peaje de $9 dĆ³lares (casi $9,000 pesos chilenos) para ingresar a la zona. Esta medida, aprobada por la Junta de la Autoridad Metropolitana de Transporte con 12 votos a favor y 1 en contra, tiene como objetivo principal combatir la alta congestiĆ³n vehicular que aqueja a la Gran Manzana.
Antecedentes y Objetivos del Peaje
La implementaciĆ³n de este peaje ya se habĆa discutido anteriormente en junio pasado, pero en esa oportunidad se decidiĆ³ congelar el plan inicial que proponĆa un cobro de $15 dĆ³lares. Esto se debiĆ³ a un cĆ”lculo electoral respecto del costo polĆtico que podrĆa tener la medida en el marco de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Los tres objetivos principales de este peaje son: 1) Mejorar la calidad del aire en Manhattan, 2) Descongestionar las avenidas atascadas durante varias horas al dĆa y 3) Proveer de fondos a la empresa metropolitana de transportes (MTA), que gestiona el metro y los autobuses, los cuales requieren urgentes renovaciones.
Esta iniciativa se inspira en el modelo implementado en ciudades como Londres, donde el peaje vehicular ha logrado mejorar significativamente el trĆ”fico y la calidad del aire en los Ćŗltimos 20 aƱos.
Impacto y Reacciones
SegĆŗn datos recogidos, en el distrito central de Manhattan ingresan diariamente 700,000 vehĆculos, cuya velocidad media se ha reducido un 23% en los Ćŗltimos 14 aƱos. Esto se debe, entre otras cosas, a la creaciĆ³n de carriles bici y la proliferaciĆ³n de servicios de transporte como Uber. Se calcula que un neoyorquino promedio pierde 117 horas al aƱo atrapado en los atascos.
La congelaciĆ³n del proyecto de peaje en 2022 fue considerada un duro golpe para la MTA, ya que contaba con esos ingresos para aliviar su dĆ©ficit de $211 millones de dĆ³lares y emprender las urgentes reformas que han sido postergadas por aƱos.
Si bien la medida es controversial, las autoridades confĆan en que lograrĆ” reducir significativamente la congestiĆ³n vehicular y mejorar la calidad del aire en el centro de la ciudad, beneficiando a residentes y visitantes por igual.
Reacciones y Perspectivas
La implementaciĆ³n de este peaje no ha estado exenta de crĆticas y oposiciĆ³n. Una encuesta realizada por el Siena College en abril revelĆ³ que al menos dos tercios de los habitantes del estado de Nueva York se mostraron en contra de la medida.
La gente que vive en las afueras y se desplaza a diario a Manhattan para trabajar verĆ” un impacto directo en sus bolsillos
, seƱalĆ³ un analista polĆtico local. Esto se debe a que el peaje serĆ” aplicado a todos los vehĆculos que ingresen al centro de la ciudad, sin excepciones.
Sin embargo, las autoridades confĆan en que a largo plazo, los beneficios de una menor congestiĆ³n y mejor calidad del aire compensarĆ”n los costos iniciales. AdemĆ”s, los fondos recaudados serĆ”n destinados a mejorar el sistema de transporte pĆŗblico, lo cual tambiĆ©n beneficiarĆ” a los residentes y trabajadores de la ciudad.
AdaptaciĆ³n a Nuevos HĆ”bitos de Movilidad
Expertos en movilidad urbana seƱalan que la implementaciĆ³n de este peaje podrĆa incentivar a los neoyorquinos a adoptar nuevos hĆ”bitos de transporte, como el uso del metro, bicicletas o vehĆculos elĆ©ctricos compartidos. Esto, a su vez, contribuirĆa a reducir aĆŗn mĆ”s la congestiĆ³n y la contaminaciĆ³n en el centro de la ciudad.
AdemĆ”s, la medida podrĆa generar oportunidades para el desarrollo de soluciones innovadoras de movilidad, como aplicaciones de viajes compartidos o sistemas de transporte integrados. Esto beneficiarĆa no solo a los residentes, sino tambiĆ©n a la economĆa local y la competitividad de Nueva York a nivel global.
En resumen, si bien la implementaciĆ³n del peaje vehicular en el centro de Nueva York es una medida controversial, las autoridades confĆan en que a largo plazo lograrĆ” reducir significativamente la congestiĆ³n, mejorar la calidad del aire y generar los recursos necesarios para modernizar el sistema de transporte pĆŗblico de la ciudad.