Hace casi 80 años, la tranquilidad de una jornada laboral rutinaria en la Mina El Teniente se vio abruptamente interrumpida por una tragedia que conmocionó a todo el país. El 19 de junio de 1945, un incendio que se originó en una bodega de materiales desencadenó una serie de eventos que se convertiría en la peor catástrofe minera de la historia de Chile.
Aquel fatídico día, alrededor de las 7 de la mañana, las llamas se propagaron rápidamente hasta alcanzar unos barriles de petróleo, provocando una explosión de proporciones devastadoras. En ese momento, cientos de mineros se encontraban trabajando en el interior de la mina, y mientras algunos lograron escapar a tiempo, otros buscaron refugio en zonas improvisadas, pero 355 trabajadores perdieron la vida y otros 747 resultaron heridos.
La situación se agravó aún más cuando el humo tóxico se diseminó por los pasillos, y los sistemas de ventilación y las salidas de emergencia no funcionaron adecuadamente. Los rescatistas tuvieron que esperar casi 12 horas para poder controlar el incendio y recién al día siguiente pudieron ingresar al pique, encontrándose con un panorama desolador.
El impacto de la Tragedia del Humo
La Tragedia del Humo generó una profunda consternación en la localidad de Sewell, donde se encontraba la mina, y desató fuertes críticas a la empresa estadounidense Braden Copper Company, que era la propietaria de la operación.
Uno de los testimonios más desgarradores fue el de Rosa Ubilla, quien en 2014 recordó cómo la tragedia impactó a su familia: Cuando fue la catástrofe del humo, nosotros estábamos durmiendo y mi mamá nos despertó a todas nuestras hermanas y dijo ‘a levantarse porque fíjese que han pasado ocho camillas’, y nos levantamos y ya no eran ocho. Después eran dieciocho, después eran ochenta, después eran cien, después eran doscientas, después eran trescientas.
La investigación realizada por el gobierno de la época determinó que la causa probable del incidente fue el calentamiento de un tambor con petróleo, que explotó e incendió el techo, generando el humo tóxico. Además, se identificaron fallas en los protocolos de seguridad, ya que la orden de evacuación se habría dado 45 minutos después de la primera detonación.
Un antes y después en la seguridad minera
La tragedia tuvo un impacto profundo en la industria minera chilena. Tras el incidente, se creó el Departamento de Seguridad Minera, que obligó a las compañías a invertir en medidas de seguridad más estrictas. Además, el funeral de los 355 fallecidos contó con la presencia del presidente Juan Antonio Ríos y del poeta Pablo Neruda, y se decretaron tres días de duelo nacional.
La Tragedia del Humo se convirtió en un hito que marcó un antes y después en la seguridad de la minería en Chile. Si bien la tragedia de la Mina San José en 2010 tuvo un gran impacto, la catástrofe de 1945 en la Mina El Teniente sigue siendo considerada la peor catástrofe minera en la historia del país.