Revelando la Oscura Verdad: La Madre que Asesinó a su Propio Hijo en Punta Arenas

En una trama repleta de mentiras y contradicciones, la historia de Marisa Bogado Vargas, una madre acusada de parricidio, ha conmocionado a la comunidad de Punta Arenas. Desde el momento en que Marisa les contó a sus primas Jéssica y Juliana Escarante que se sentía mal y que iba a perder a su bebé de cinco meses de gestación, se desató una cadena de eventos que revelaría la oscura verdad detrás de este trágico suceso.

La Mentira Inicial y el Nacimiento Oculto

Cuando Marisa les dijo a sus primas que iba a perder a su bebé, la reacción fue de perplejidad. ¿Cómo era posible que hubiera ocultado un embarazo de cinco meses? Sin embargo, en medio de la urgencia, Marisa repitió la misma historia, incluso cuando la matrona que la atendió en el hospital supo de inmediato que se trataba de un embarazo a término.

Contra todo pronóstico, el bebé nació sano y sin complicaciones. Marisa incluso tomó fotografías del recién nacido y se las envió a sus primas. Pero la mentira no terminaba ahí.

La Trama se Desenreda: Mentiras y Más Mentiras

Después de que Marisa y su hijo fueran dados de alta, la madre comenzó a tejer una red de engaños. Primero, les dijo a sus primas que el bebé había fallecido por intoxicación con gas de la cocina. Luego, afirmó que se lo había entregado al padre biológico, sin revelar su identidad.

Ante la insistencia de Jéssica y Ninfa, la hermana de Marisa, esta última cambió su versión una y otra vez, demostrando una calma inquietante que contrastaba con la tristeza o emoción que nos hiciera pensar lo contrario.

La Confesión Macabra y el Descubrimiento Horroroso

Finalmente, cuando Jéssica y Ninfa decidieron ir a la Policía de Investigaciones (PDI) a denunciar la situación, Marisa las llamó y les pidió que volvieran, prometiendo mostrarles dónde estaba el bebé. Fue entonces cuando confesó haber matado a su propio hijo, aunque con una nueva mentira: que le había puesto una gotita, ignoro de qué.

Cuando los detectives de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI llegaron a la casa de Marisa, encontraron al bebé sin vida, al interior de un dormitorio, específicamente al interior de un canasto, oculto con ropa, con señales evidentes de asfixia mecánica.

Consecuencias Legales y Emocionales

Marisa Bogado Vargas fue imputada por el delito de parricidio consumado. Durante la audiencia de formalización, la única palabra que salió de su boca fue para corregir el nombre de su hijo: Noah Gael.

Mientras espera la próxima audiencia, Marisa permanecerá detenida en la sala de lactancia de la cárcel, por el peligro que representa para su integridad física. Este caso ha dejado una profunda huella en la comunidad de Punta Arenas, que se pregunta cómo una madre puede llegar a cometer un acto tan cruel y despiadado contra su propio hijo.

Conclusión

La historia de Marisa Bogado Vargas es un recordatorio de que incluso los lazos más sagrados pueden romperse bajo el peso de la mentira y la desesperación. Este caso ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en evidencia la importancia de estar atentos a las señales de alerta y de brindar el apoyo necesario a las madres y familias en situaciones de crisis.

Que este trágico suceso sirva como un llamado a la acción, para que juntos podamos construir una sociedad más empática, donde nadie se sienta solo en su lucha y donde la vida de cada ser humano sea valorada y protegida.