Devastación en las Dunas de Quintero: Vehículos Causan Estragos en el Delicado Ecosistema
En un lamentable giro de eventos, las dunas de Quintero, un tesoro natural de la región, se han visto nuevamente invadidas por vehículos motorizados, poniendo en grave riesgo el delicado equilibrio de este frágil ecosistema. Los vecinos de la zona expresan su profunda preocupación ante esta situación, temiendo que los daños causados puedan ser irreparables.
Apenas unas semanas después de que un conductor fuera condenado por atropellar intencionalmente a un grupo de aves en la playa de Ritoque, la misma comuna de Quintero ha sido testigo de una nueva oleada de vehículos invadiendo el campo dunar. Según los informes, la Capitanía de Puerto de Quintero tomó conocimiento de los hechos, pero lamentablemente no pudo fiscalizar a los conductores, ya que estos ingresaron a través de una carretera fuera de su jurisdicción.
La Lucha por Proteger un Ecosistema Único
El alcalde subrogante de Quintero, Francisco Jeldes, ha expresado su profundo lamento por esta situación y ha responsabilizado directamente a los dueños particulares del terreno dunar por permitir el acceso de estos vehículos. Por su parte, el diputado Diego Ibáñez ha señalado que el proyecto de ley que busca prohibir el ingreso de vehículos motorizados a playas y dunas aún no ha avanzado en la Comisión del Medio Ambiente, lo que evidencia la urgente necesidad de una acción legislativa contundente.
El Legado de un Conductor Irresponsable
Según los vecinos del sector de Ritoque, la circulación de estos vehículos dentro del campo dunar de Quintero estaría relacionada con la formalización de Sergio Cristóbal Verschae González, el conductor que atropelló intencionalmente a un grupo de aves en la playa del sector. Este hecho, que le valió una condena de arresto domiciliario total, parece haber desencadenado una ola de comportamientos irresponsables que ponen en riesgo la integridad de este valioso ecosistema.
Conclusión: Protegiendo un Tesoro Natural
Las dunas de Quintero representan un patrimonio natural único, que alberga una delicada y frágil biodiversidad. La invasión de vehículos motorizados en estas áreas pone en grave peligro la supervivencia de especies vulnerables y el equilibrio del ecosistema. Es imperativo que las autoridades y la comunidad local se unan para implementar medidas efectivas que protejan este tesoro natural, evitando así que la negligencia y la irresponsabilidad de unos pocos puedan causar daños irreparables.
Sólo a través de una acción concertada y una mayor conciencia ambiental podremos asegurar que las dunas de Quintero sigan siendo un santuario natural para las generaciones venideras. Es nuestro deber como ciudadanos y como custodios de este patrimonio, velar por su preservación y cuidado.
