¿Cómo los videojuegos pueden afectar a los jóvenes de manera sorprendente?
Los videojuegos han ganado un espacio significativo en la vida de los jóvenes, y su influencia en el desarrollo puede ser tanto positiva como negativa. Entender estos efectos es crucial para aprovechar los beneficios y mitigar los riesgos para la salud.
Según un estudio del Instituto Nacional de la Juventud, los jóvenes entre 15 y 29 años destinan siete horas a la semana para jugar y seis horas para mirar cómo otras personas juegan, en plataformas como Twitch o YouTube. Pero lo más preocupante es que la mitad de los participantes declaró utilizar los videojuegos como medio para escapar de sus problemas.
¿Cómo afectan los videojuegos a los jóvenes?
El psicólogo clínico Julio César Carrasco, especialista en psicoterapia EMDR, explica que los videojuegos pueden tener un impacto tanto positivo como negativo en el desarrollo de los jóvenes, dependiendo del tipo de juegos y el tiempo dedicado a ellos.
Por un lado, los videojuegos que contienen elementos altamente adictivos pueden activar el circuito dopaminérgico del cerebro de una manera similar a las adicciones a sustancias o la ludopatía, lo que podría generar una respuesta de recompensa inmediata, afectando la capacidad de tolerancia a la frustración.
Por otro lado, si se utilizan de manera equilibrada y moderada, los videojuegos pueden potenciar habilidades como la resolución de problemas, la toma de decisiones y la coordinación. Sin embargo, si se recurre a ellos como una forma de evitar emociones o conflictos que pongan en juego nuestra salud mental, podría transformarse en un grave problema.
Señales de alerta: ¿cuándo se cruza la línea?
Según el psicólogo Carrasco, los videojuegos se vuelven perjudiciales cuando comienzan a interferir con el desarrollo integral del joven, afectando áreas como el rendimiento académico, las relaciones sociales y el bienestar físico y emocional.
Los principales signos de alerta son si la persona se muestra irritada por no poder jugar o si deja de lado la búsqueda de otras formas de entretenimiento, dedicando la mayor parte de su tiempo libre a este mundo virtual. Esto indicaría que existe un patrón de dependencia y que se estaría transformando en una adicción.
El impacto de la interacción en línea
Otra preocupación creciente es la interacción en línea a través de plataformas como Discord, donde los jugadores pueden comunicarse por mensajería de texto, llamadas y videollamadas mientras juegan. Según Carrasco, estas aplicaciones fomentan un aislamiento digital, donde los jóvenes prefieren la conexión virtual incluso cuando están físicamente cerca de amigos o familiares, reduciendo las interacciones cara a cara, fundamentales para el desarrollo social.
Conclusión: un uso regulado es clave
En resumen, los videojuegos no deben ser demonizados, pero sí es fundamental un uso regulado que permita a los jóvenes disfrutar de sus beneficios mientras desarrollan habilidades y hábitos esenciales para su crecimiento. Establecer límites y equilibrar el tiempo dedicado a los videojuegos con otras actividades es crucial para aprovechar sus aspectos positivos y evitar los riesgos de una posible adicción.
Referencias:
Instituto Nacional de la Juventud. (2023). Estudio sobre el uso de videojuegos en jóvenes.
Carrasco, J. C. (2023). Impacto de los videojuegos en el desarrollo de los jóvenes. Revista de Psicología Clínica, 15(2), 45-60.
